La empresa que empleaba a más de 30 mil personas a comienzos del siglo XX, actualmente apenas cuenta con 130 trabajadores
Tras años de sufrir varios reveses, el astillero Harland and Wolff, en Belfast, Irlanda del Norte, famoso por haber construido el legendario fracaso naviero Titanic, podría ser declarado este lunes cinco de agosto en bancarrota.
«Cada vez parece menos probable que se encuentre una solución a corto plazo y la empresa podría ser declarada en bancarrota», señaló Gavin Robinson, miembro del partido DUP de Irlanda del Norte a la cadena británica de tv BBC.
«Hemos intentado todas las soluciones políticas posibles», añadió.
El astillero naval, con sede en Belfast, dejará de funcionar formalmente este lunes a las 5:15 p.m, hora local. Entretanto, Dolphin Drilling (grupo petrolero noruego y casa matriz de Harland and Wolff), lucha por encontrar un comprador para el gigante de la historia industrial norirlandesa, cuyas enormes grúas amarillas han dominado durante mucho tiempo el panorama de esa localidad costera.
H&W, que empleaba a más de 30.000 personas a comienzos del siglo XX, actualmente cuenta con apenas 130 trabajadores, muchos de los cuales, en los últimos días, han participado en manifestaciones para tratar de salvar sus puestos; pidiendo una intervención del Gobierno.
» Esperamos a ver qué pasa hoy», señaló Barry Reid, uno de los dirigente del sindicato del astillero naval, que es considerado una verdadera institución en Irlanda del Norte, el cual ha sufrido un declive ininterrumpido durante las últimas décadas.
Establecido en 1861, en él se construyó el famoso transatlántico Titanic, el mismo que se hundió en abril de 1912 durante su viaje inaugural desde Gran Bretaña hacia EEUU. Es aquel espectacular y muy publicitado siniestro; que inspiró uno de los filmes, autoría de James Cameron, más taquilleros en el mundo.
De hecho, la película Titanic ostentó durante varios años el sitial de honor como la más taquillera de la historia hasta ser destronada por la película Avatar, del mismo realizador y estas dos superproducciones aún ocupan el segundo y tercer puesto en la clasificación histórica, respectivamente.
Después de fabricar el archifamoso buque trasatlántico de lujo, la empresa se alejó de la construcción naval y hasta hace poco trabajó sobre todo en proyectos de energía eólica e ingeniería marina.