El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene un nivel de saturación de oxígeno en sangre de 96% y «todo indica que no necesitará oxígeno», según informó su doctor Sean Conley
El equipo médico que trata al presidente estadounidense, Donald Trump, en el hospital militar de Walter Reed, a las afueras de Washington, por su infección de COVID-19 aseguró este sábado que el mandatario ya no tiene fiebre, no necesita oxígeno, está trabajando y evoluciona «muy bien».
El doctor del presidente, Sean Conley, aseguró en rueda de prensa que Trump mantiene una terapia del antiviral Remdesivir de cinco días y que irán decidiendo sobre la marcha si es necesario que siga recibiendo tratamiento y vigilancia en el hospital, donde fue ingresado la tarde de ayer, o puede regresar a la Casa Blanca.
El mandatario tiene un nivel de saturación de oxígeno en sangre de 96% y «todo indica que no necesitará oxígeno», según Conley, quien estuvo acompañado por el equipo médico y de enfermería que atiende al presidente en la planta presidencial del nosocomio.
Conley se negó a detallar si, pese a que no necesitó oxígeno hoy, el mandatario ha tenido que recibirlo desde que comenzó el tratamiento.
Del mismo modo, evitó especificar la temperatura de la fiebre moderada que registró el presidente el viernes y pese a que esta mañana no tuvo una temperatura anormal.
El médico también aseguró que el presidente lleva siendo tratados «72 horas» desde su diagnóstico positivo por COVID-19 se hizo público en la madrugada del jueves al viernes. Este desajuste temporal haría pensar que el mandatario mantuvo su agenda el jueves pese a saber que estaba contagiado con la COVID-19.