El acto se celebró en un templo hispano de Doral, ciudad aledaña a Miami, luego de su visita al Comando Sur
El presidente Donald Trump prometió este viernes en Miami «no defraudar» a los opositores venezolanos y cubanos que le pidieron que incremente sus acciones en favor de la libertad de Cuba, Venezuela y Nicaragua y evite que Estados Unidos caiga en el «socialismo».
«2020 es muy importante», señaló Trump en alusión a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre, al término de una mesa redonda en la que participó un grupo de representantes de las comunidades de Venezuela y Cuba, en Miami.
«Los republicanos son el partido de la libertad y los demócratas son el partido del socialismo y lo peor», aseveró el presidente, quien dijo que su virtual rival en esas elecciones, el demócrata Joseph Biden, quiere «restaurar las medidas procomunistas» de la Presidencia de Barak Obama.
«Es ridículo lo que él (Obama) hizo por Cuba», destacó Trump en referencia al proceso de normalización de relaciones con la isla, que quedó interrumpido con su llegada a la Casa Blanca en 2017.
El acto, que tomó un marcado carácter electoral, se celebró en un templo hispano de Doral, ciudad aledaña a Miami, después de que Trump visitara la sede del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, para una reunión informativa sobre la lucha antidrogas.
Elogios y Peticiones
Trump, que llegó al Aeropuerto Internacional de Miami a mediodía, procedente de Washington, recibió encendidos y emocionados elogios por su «postura firme» contra las «dictaduras» de los participantes en el acto celebrado en la Iglesia Doral Jesús.
Rosa María Payá, hija del fallecido opositor cubano Oswaldo Payá, quien reiteró ante Trump la acusación de que el régimen cubano asesinó a su padre, pidió que EE.UU. plantee acusaciones formales contra el presidente Miguel Díaz-Canel, Raúl Castro y otros altos dirigentes cubanos como se ha hecho con el régimen venezolano.
«Sus acciones son la única esperanza para Venezuela, por favor, acelere la libertad de Venezuela», dijo, por su parte, la periodista venezolana Lourdes Ubieta con la voz rota por la emoción.
En la Iglesia abundaron las críticas veladas o directas al Partido Demócrata y las advertencias de que votar por ellos es poner a EE.UU. en riesgo de caer en lo mismo que Cuba y Venezuela.
El congresista republicano de origen cubano Mario Díaz-Balart, subrayó que el impacto de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua en la seguridad nacional es «enorme» y se mostró convencido de que «no durarán otros cuatro años» si Donald Trump sigue en la Casa Blanca.
Sin Mascarilla
El presidente, que bajó del avión en Miami sin mascarilla y no la usó ni en el Comando Sur, ni en el templo a pesar de encontrarse en el epicentro de la COVID-19 en Florida, el cuarto estado con más casos de EE.UU., no hizo anuncios.
«Vamos a luchar por Venezuela, vamos a luchar por nuestros amigos de Cuba, saben que lo hemos estado haciendo al igual que en otros lugares. Pero Cuba y Venezuela lo tenemos bajo control y estamos en contacto todo el rato», aseveró en la sede del Comando Sur ante una audiencia compuesta por militares, guardacostas y funcionarios de agencias del estado.
Trump agradeció el esfuerzo de los «héroes» que combaten a los que quieren inundar de «drogas letales» a Estados Unidos y ayudan así a salvar las vidas de miles de estadounidenses, y destacó que su Administración logró por primera vez en 30 años reducir las muertes por sobredosis, aunque reconoció que recientemente ha habido un repunte que atribuyó a la situación creada por la COVID-19.
Durante la reunión en el Comando Sur, se dio a conocer que en 12 meses se han hecho más de 1.000 detenciones y se ha incautado 120 toneladas métricas de narcóticos valoradas en miles de millones de dólares en operaciones en el Pacífico y el Caribe, según el mismo Trump informó.