Las vacunas que China logre desarrollar contra la enfermedad «estarán disponibles como bien público global con el fin de que sean accesibles y asequibles para todos los países en desarrollo»
El presidente de China, Xi Jinping, anunció, a través de una videoconferencia en la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que su país ofrecerá en dos años asistencia por valor de 2.000 millones de dólares para apoyar a los países afectados por la pandemia de COVID-19, en particular a las naciones más pobres.
Informó que China trabajará junto al resto de economías del G20 para suspender la deuda a los países más pobres, como parte de las medidas para superar la crisis economía derivada de la emergencia sanitaria.
Afirmó que el mundo «se enfrenta a la más grave emergencia mundial de salud pública desde el fin de la Segunda Guerra Mundial», una pandemia que «nos sorprendió a todos y se ha propagado a más de 210 países y regiones».
Xi, también ofreció a la comunidad internacional la construcción junto a Naciones Unidas de un depósito de materiales de respuesta humanitaria en territorio chino para garantizar la cadena de abastecimiento de equipamiento contra epidemias, que en los peores momentos de la actual crisis ha faltado en muchas regiones.
También se comprometió a establecer un mecanismo de «apadrinamiento» por parte de China de 30 hospitales africanos, y colaborar en la creación de un centro de prevención de enfermedades en ese continente.