Estados Unidos reclama a Assange para juzgarle por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning (hoy Chelsea Manning) en 2010 y, ahora, también con otros «hackers» entre 2007 y 2015
La jueza británica Vanessa Baraitser dictaminará el 4 de enero de 2021 si autoriza la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, que lo reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática castigados con hasta 175 años de cárcel en ese país.
La magistrada fijó este jueves la fecha de su dictamen al término de un juicio de cuatro semanas en el tribunal londinense de Old Bailey, en el que han declarado numerosos testigos de la defensa del fundador de WikiLeaks, que rechaza su entrega.
El procesado, que considera que EEUU tiene «motivaciones políticas», permanecerá en prisión preventiva mientras sigue su proceso, que podría alargarse en el tiempo si, como es previsible, la parte perjudicada recurre el fallo.
Al final de la vista de hoy, dedicada en buena medida a acordar aspectos técnicos, Baraitser agradeció su «excepcional trabajo duro» a la defensa, encabezada por Mark Summers y Edward Fitzgerald, y a la Fiscalía -en representación de la Justicia estadounidense-, con James Lewis y Clair Dobbin al frente.
La magistrada rechazó, como se esperaba, conceder la libertad condicional a Assange, que seguirá en el centro de alta seguridad londinense de Belmarsh y deberá personarse en las sucesivas vistas rutinarias de control, la próxima de las cuales está prevista para el 29 de octubre.
Baraitser rehusó asimismo aplazar el proceso a fin de dar más tiempo a la defensa a presentar pruebas adicionales, como ya hizo al inicio el 7 de septiembre de esta segunda fase del juicio, pospuesto el pasado mayo.
Argumentó que debían haber cursado su solicitud en agosto, después de que EEUU presentara un nuevo auto de procesamiento acompañado de una segunda petición de extradición que anulaba los anteriores de abril de 2019 y ampliaba la base de las acusaciones contra el experto informático.