Dicha decisión ha provocado protestas durante esta jornada en las principales ciudades del país, por parte de organizaciones feministas turcas.
El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer pidió a Turquía, que reconsidere su decisión, efectiva desde hoy, de salir de la Convención de Estambul, un tratado contra la violencia machista, como cuestión de «máxima prioridad y por todos los medios posibles».
«La decisión de Turquía de retirarse de la Convención de Estambul, que entra en vigor hoy, es profundamente lamentable y debe revertirse», aseguró el comité de Naciones Unidas en un comunicado.
El Gobierno turco anunció en marzo que su retirada se debía a que el pacto «normaliza la homosexualidad», mientras que partidos opositores y organizaciones feministas aseguran que se trata de una estrategia electoral del presidente, Recep Tayyip Erdogan, para asegurarse el apoyo de los sectores más conservadores del país.
La convención no menciona la homosexualidad, y solo aclara en un punto que no debe aceptarse la discriminación «por orientación sexual».
El Comité de la ONU afirmó que la convención es un instrumento de derechos humanos, cuyo objetivo es proteger a las mujeres contra todos los tipos de violencia y responsabilizar a los perpetradores.
Su rechazo en medio de una pandemia mundial podría aumentar la brecha de protección para las mujeres y las niñas, sobre todo en Turquía, en un momento en el que la violencia de género está en incremento, según denunció el comunicado.
La ONU denunció que Turquía se desvincule de sus compromisos internacionales de combatir la violencia de género, prohibir la tortura y los feminicidios, y animó al país a aumentar su diálogo y cooperación con el Comité dedicado al asunto.
Además de la ONU, el Consejo de Europa, la Comisión Europea, gobiernos de la Unión Europea y organizaciones no gubernamentales han pedido al Gobierno turco que reconsidere la decisión de abandonar el acuerdo.