El mandatario estadounidense visitó este jueves Afganistán, en donde sirvió, cenó y mantuvo una reunión con los soldados. También anunció la reanudación del diálogo con los talibanes.
Para mantener en secreto el viaje, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había viajado el pasado martes a Florida para pasar supuestamente Acción de Gracias (Thanksgiving) en su club privado de Mar-a-Lago; dejó allí estacionado uno de sus dos Air Force One y voló en secreto el miércoles por la noche de vuelta a la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington.
Allí, embarcó en su otro avión presidencial junto a una docena de periodistas que no supieron el destino al que se dirigían hasta unas dos horas antes del aterrizaje.
Al respecto, Trump solo mencionó que se dirigían a una zona peligrosa y que quieren apoyar a los soldados.
Finalmente, el mandatario aterrizó la noche de este jueves en Bagram, la mayor base aérea estadounidense en Afganistán, y dio un breve discurso ante las tropas en un hangar antes de compartir con algunos de ellos el tradicional pavo de Acción de Gracias, festividad que se celebra hoy en Estados Unidos.
No es la primera vez que el Presidente de Estados Unidos realiza una visita sorpresa a las trompas. Durante la pasada navidad hizo una visita sorpresa a Irak.