La decisión de posponer los comicios contó con el respaldo de todos los partidos, tanto los coaligados en el Gobierno, PNV y PSE, como los de la oposición
El Gobierno Vasco y los partidos políticos aplazaron las elecciones del 5 de abril ante la imposibilidad de celebrarlas «con las debidas garantías» y convocarlas cuando se desactive la Declaración de Emergencia Sanitaria, por la pandemia de coronavirus.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, presidió una reunión con dirigentes de los partidos con representación parlamentaria en la que puntualizó que ante la citada declaración y el vigente estado de alarma durante la jornada electoral no podía garantizarse de la manera debida ni la salud pública, ni el derecho de sufragio.
Por tal motivo, acordaron no celebrar los comicios en la fecha prevista y volver a convocarlos una vez finalice la emergencia sanitaria. A partir de ese momento y «de forma inmediata» el lehendakari promulgará un decreto de nueva convocatoria electoral, tras escuchar a los partidos.
Esa nueva convocatoria estará vinculada a que finalice la emergencia sanitaria decretada por el lehendakari el viernes y no al estado de alarma que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, dijo que «la prioridad es luchar contra el coronavirus». «Ya vendrán tiempos mejores, y con todas las garantías, para convocar las elecciones y para que la ciudadanía vasca pueda votar en libertad».