Yoveinny Mota, una joven realidad del atletismo que salta rumbo al éxito

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo

A su corta edad se encuentra preparándose en Estados Unidos y no se detiene a la hora de establecer registros en las pistas

Yoveinny Mota es una atleta de la selección nacional de atletismo y se encuentra actualmente en la ruta a la clasificación de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Mota llegó a la Universidad de Arkansas, luego de estar dos años en Barton Comunnity College en Kansas y desde entonces no se ha detenido en su preparación, obteniendo registros importantes y hasta batiendo récords nacionales a muy corta edad.

Contrapunto conversó a través de zoom con esta atleta que ya a sus 20 años es toda una realidad del deporte y se perfila como una de las grandes exponentes de su especialidad en 100 metros con vallas.

Inicios

Yoveinny comenzó en el mundo del atletismo hace aproximadamente cinco años, de la mano de su entrenador Miguel Chirinos, al que asegura siempre tener presente debido a que fue el primero que le dio ese empujoncito tan necesario y que la ayudó a convencerse de que tenía un gran talento para este deporte.

«Recuerdo que él entrenaba primero a mis primas, fui una vez, me fue gustando y poco a poco fui en desarrollo. Luego me fui a Táchira y cumpliendo 15 años llegué a Caracas a la selección de la mano de Ángel García, uno de los entrenadores que puedo considerar como de los mejores que he tenido, me quedé con él y mejoré mis marcas con récord nacional y sub 20, ha sido un proceso muy bonito», destacó.

Descubriendo las vallas

En Estados Unidos lleva dos años y ha sido un proceso de gran aprendizaje. En su especialidad que son las vallas, lo fue descubriendo poco a poco, a pesar de que se inició en otras modalidades ya que al principio sentía que se caía mucho hasta que se dio cuenta gracias a su entrenador que ese sería su fuerte, muy ayudada por su contextura delgada.

«Fui agarrándole poco a poco ese amor a las vallas y hoy en día esa es mi prueba», señaló.

De récord en récord

A su corta edad es poseedora de varios récords: «En la primera ocasión batí récords varias veces, en la categoría sub 18. En el primero tenía mi edad de 15 años y no había podido ser superado, corrí 13,44 y luego en África agarré diploma mundial y rompí los registros en cada competencia.

Me sentí muy orgullosa porque dejé un récord un poco duro y saber quién será la que rompa esa marca porque así como yo entreno quiero que venga esa generación de relevo y sea mucho mejor que yo», afirmó.

Llegando a Estados Unidos pudo alcanzar récord nacional bajo techo y el año pasado se impuso en 100 metros con vallas juvenil y sub 23. Gracias a esto va por el récord absoluto de adulto.

Duros comienzos fuera de Venezuela

La atleta venezolana nos cuenta que sus primeros pasos en Estados Unidos fueron algo duros, porque al principio no manejaba el inglés, hecho que tomó como un reto, comenzó sus estudios y destaca esta decisión como una de las más importantes en su vida.

Fue así como se le presentaron muchas oportunidades, entre ellas los estudios y no los desaprovechó, pues piensa que ambas actividades van de la mano y que la carrera deportiva termina pero los estudios no.

«En clases también fue difícil porque literalmente nadie hablaba español, pero son obstáculos que se me han ido presentando en la vida y los he ido superando», explicó.

Máximo nivel

Sobre su preparación en Estados Unidos, Yoveinny asegura encontrarse aún en «schock» y la califica «de otro nivel», al mismo tiempo considera que es el tipo de atención que deberían tener todos los atletas venezolanos y que lamentablemente no la tienen: «Así se debería tener a un atleta de alto rendimiento», subrayó.

En cuanto al aspecto personal, considera que aprendió a valorar mucho más las cosas, el verdadero significado de la familia y aprovechar al máximo el tiempo junto a ellos. De igual forma, se siente segura de que este gran sacrificio valdrá la pena.

Su vida puede compararse perfectamente con su disciplina de los 100 metros con vallas y como ella misma afirma, lleva cuatro de los 10 obstáculos que debe superar en la vida: «Dios sabe porque hace las cosas y siempre he podido superar los obstáculos que se presentan en la vida».

Mayor apoyo a nuestros deportistas

Acerca de la realidad del atletismo nacional, Mota asegura que los deportistas actualmente no reciben el apoyo que deberían tener: «Deberían darle importancia al atleta no solamente cuando tenga resultados, sino desde sus comienzos. En Venezuela apoyan al atleta cuando tiene un resultado».

«Cuando uno se lesiona a ellos realmente no les importa, ellos están contigo únicamente cuando obtienes un resultado del resto no pasa nada», reafirmó.

Ve con preocupación la falta de roce competitivo de los atletas venezolanos, en su caso desde Estados Unidos ella compite todas las semanas y eso le permite estar preparada: «Hubiese querido tener esto que tengo en mi país».

Orgullosa de representar a Venezuela

Pese a las dificultades es una atleta que con orgullo sigue representando a Venezuela. Para ella es un orgullo representar el tricolor a pesar de las adversidades, desde un país que no es el de ella.

Superando al COVID-19

Ante la pandemia, nos cuenta que pasó cuatro meses sin competir, sin embargo, a partir de junio no ha parado. En la universidad le hacen las pruebas prácticamente todas las semanas y siempre toman las medidas preventivas.

En su momento ya pasó por el COVID, una situación de la que no se dio cuenta por ser asintomática y por la que tuvo que mantenerse en cuarentena pero que pudo superar con éxito.

Metas

Para el 2021 espera lograr la clasificación a Tokio, es una meta que se traza poco a poco, consciente de que si no es en esta oportunidad, tiene la ocasión de París 2024.

También espera participar en los Juegos Panamericanos Junior y espera allí estar en el podio. Para cada competencia espera ganar y desde su universidad también espera lograr los mejores resultados.

En un futuro espera estar graduada de psicología, con una familia y ayudar a niños necesitados, es una persona que le encanta apoyar a las nuevas generaciones y está segura de poder convertir sus sueños en realidad.

De Venezuela lo que más extraña es a su familia, en el 2020 le tocó pasar la navidad sin ellos por primera vez y a pesar de las adversidades sigue esperando el momento donde obtenga todos esos triunfos y beneficios personales.

«Nunca se rindan, luchen por sus sueños, tarde o temprano lo van a lograr. Sean constantes porque con disciplina pueden llegar a la meta. Se les van a presentar 5 mil obstáculos pero poco a poco los irán venciendo. No hay mejor manera de callar bocas que con resultados», finalizó.