Con una victoria en la TFC, el peleador venezolano es de los grandes prospectos de la MMA en el mundo y tiene como meta llegar a la UFC
El peleador de MMA oriundo de Monagas, Royberth Echeverría, estará disputando su segunda pelea en la franquicia Titan Fighting Championship, la cual es una cantera de la UFC, donde Echeverría aspira a convertirse en otro criollo dentro de los mejores octágonos del mundo.
Su rival será el estadounidence Jon Arce, otro prospecto de la franquicia y que será un duro escollo dentro de esta batalla en la que ambos esperan seguir sumando. Previo a este combate, Echeverría conversó con Contrapunto en nuestro segmento deportivo y nos dio detalles de su preparación así como de sus metas inmediatas dentro de los octágonos.
“Estamos listos para representar a nuestro país y siempre haciendo el trabajo. Estoy ajustando los últimos detalles, estamos en la parte más difícil de este deporte que es el corte de peso. Literalmente debemos pasar hambre, pero después de todo lo que hemos pasado, sino aguantamos es que no estamos hechos para esto”.
En Maturín comenzó en el judo, y en la noche jiu-jitsu, durante los primeros cinco años no tenía división, por lo rudo del deporte pero como su papá entrenaba él podía tener esa oportunidad. El jiu-jitsu es su base a pesar de comenzar con el judo y fue así como ingresó en el mundo de las artes marciales mixtas.
En nuestro país, antes de dar el salto al exterior, estuvo rankeado como número 1 y participó en un evento denominado Gladiadores de Venezuela, en donde salió victorioso en sus dos combates, razón por la cual su calidad se confirmaba cada día más, demostrando de lo que estaba hecho.
Su último combate en Venezuela fue aproximadamente en 2017, luego se fue al extranjero y hasta que llegó la transición que le permitió firmar con la empresa TFC: “Cuando decidí ver la mejor opción, sin duda Titans nos ofrecía esa posibilidad”, tuvo otras alternativas pero su sueño de estar en UFC lo impulsó a su elección.
Ve la opción de llegar a la UFC como una responsabilidad, se quiere sumar a Omar Morales y Verónica Macedo en los octágonos, está dispuesto a superar todos sus obstáculos y seguir haciendo honor a su apodo “inquebrantable” y hacer sentir orgulloso a todo el país.
Lo que más extraña de Maturín son las cachapas, a pesar de que allá pueda consumirlas no consigue otras como en su tierra natal, pero sigue siendo parte de su aprendizaje y el de todos esos atletas que se alejan de su tierra para poder finiquitar sus sueños.
También extraña los carnavales y obviamente a su familia y algunos amigos que aún quedan por allá. No olvida sus raíces y su gimnasio que hoy en día se llama 1,2,3 Jiu-jitsu. Destaca el crecimiento de este deporte en Venezuela y sus representantes en el exterior.
Para el combate de este jueves se siente bien, sabe que tendrá al frente a otro prospecto que viene con todo y califica el enfrentamiento como “Una Guerra”. Se siente bien preparado más no confiado ya que a su juicio de la confianza vienen los errores.
Quiere seguir escalando en un deporte donde hay altibajos, razón por lo que espera subir todo lo que pueda. Posteriormente espera tener otro combate en febrero y marzo y espera con ansias un llamado de la UFC o de la misma compañía en donde está enfocado.
“Agradezco el apoyo porque nunca estoy solo en el octágono. No tengan dudas de que siempre voy a dar lo mejor de mi. Somos inquebrantables”, finalizó.