El presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri insiste en que “deberíamos tener una sola estrategia” y construirla “guardando los egos en la cartuchera”
Cuanto Antonio Ecarri Angola, presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri, lee la Encíclica Hermanos Todos, parece que el Papa Francisco hubiese escrito esa exhortación pensando en Venezuela. “Como tenemos un coctel de los grandes problemas mundiales” en Venezuela vemos “nuestras propias pateras, que están huyendo de Güiria a Trinidad”. Los problemas del mundo “nosotros los tenemos aumentados en Venezuela”, expone.
“Cuando una sociedad está extraviada bien vale la pena volver a los principios”, afirma Ecarri en entrevista con contrapunto.com. “Cuando tienes una sociedad atrapada, con tanta ceguera política; cuando uno se siente perdido tiene que volver a los principios”. Al regresar a ellos “haces que toda tu agenda vuelva a tener sentido”.
No se puede dejar al hermano herido a un lado, sostiene Ecarri, y eso es lo que dice la parábola. “Hay que recomponer en Venezuela el concepto de la solidaridad. Hay que recomponer en Venezuela la necesidad y la valentía de establecer verdaderos diálogos. Ojo, eso no significa el selfie o la fotico o simplemente rasguñar o tener un objetivo de alcanzar el poder por el poder”.
-¿Cuál es el verdadero diálogo?
-Un diálogo de verdades. Un diálogo muy sereno partiendo de que de verdad estemos buscando como sociedad el bien común, y no simplemente que estemos buscando alcanzar el poder por el poder. Eso está dentro de la encíclica Hermanos Todos. Francisco trata de retratar la realidad venezolana y de muchos países.
La Encíclica es una carta en la que el Vaticano fija su línea política, y en esta la jerarquía católica “vuelve a tener un papel muy importante en el futuro inmediato de Venezuela”.
Con el cambio de actores en la comunidad internacional, y la fractura de los sectores que se oponen a la administración Maduro, “Venezuela no puede dejar de ser una prioridad”.
Ecarri considera que “debemos tener una sola narrativa como factores democráticos que buscamos la libertad y superar el totalitarismo”. Insiste en que “deberíamos tener una sola estrategia” y construirla “guardando los egos en la cartuchera”.
-¿Por qué lo dice?
-Es la percepción que tiene la gente, más allá de las evidentes discusiones públicas que tienen algunos factores de la oposición democrática, que deberíamos esos trapitos lavarlos en casa. Somos sociedad democrática y debemos generar debates, no somos el totalitarismo, no somos el madurismo, no somos esa estructura estalinista militarista que tienen ellos, y por supuesto siempre habrá discusión. Pero creo que el debate y la discusión se están yendo a más. Tiene que haber un llamado de atención para que volvamos de nuevo a la cordura, y eso pasa por reconocernos unos a otros. Todos somos necesarios. Todos en la oposición venezolana tienen un gran valor, han entregado parte de su vida, su juventud, su familia; han hecho sacrificios enormes. Pero creo que cada uno tiene una cuota de responsabilidad.
Ecarri recuerda que “ha habido un cambio en la conducción de la política norteamericana, y eso nos va a generar a nosotros cambios en la dinámica mundial”.
Puntualiza que Biden es católico y que eso anticipa relaciones más cercanas con el Vaticano. “Hay muchas cosas que van a cambiar y que los venezolanos no podemos perder”. Rememora que el nuevo secretario de Estado de EEUU “es un hombre cercano a la Unión Europea”.
Con base en todo eso, propone: “Vamos a serenarnos y vamos a buscar realmente, que a corto plazo podamos encontrar soluciones”.
Plantea rectificaciones. “Lo primero es que quienes están en el gobierno puedan tener otro tipo de políticas y aceptar más ayuda humanitaria en vez de quedarse de brazos cruzados mientras toda una generación de niños venezolanos se queda sin alimentación”.
Consultado sobre la administración Guaidó, remarca: “Guaidó ha hecho un gran trabajo, más bien ser el factor unificador de la oposición ha sido un gran avance. Sin embargo, tenemos que evaluar las tácticas y las estrategias y ver si lo que hemos estado haciendo debe continuar”.
-¿Un diálogo dentro de la propia oposición?
-No solo mantener un statu quo, sino cómo logramos democracia en Venezuela. Creo que fracturándonos y dividiéndonos más no vamos a conseguir ese objetivo.
-¿Se necesita un diálogo interno?
-Evidentemente. Muy serio, muy responsable y muy sereno. Hay que escuchar a todos los actores.
-¿Quién convoca ese diálogo?
-Creo que se va a dar poco a poco. Soy optimista en el sentido de la madurez de nuestros dirigentes, que puedan generar una plataforma de conversación y de diálogo para que tenga el país una nueva estrategia, unos nuevos rumbos. Es de idiotas pensar que, como decía Einstein, haciendo lo mismo vamos a tener resultados diferentes. Es necesaria una rectificación.
Hay un viejo adagio, refiere, que le viene de sus tiempos como profesor de derecho romano: “La mujer del César no solo debe ser honesta, sino que debe parecerlo». Y aquí tiene que ver mucho con el reconocimiento internacional. Nosotros no vamos a tener una salida a la crisis si esto no cuenta con el aval de la comunidad internacional, y con actores serios, serenos y activos de la comunidad internacional.
-¿Cuáles son?
-El Vaticano, la Unión Europea, el presidente Biden. No vas a creer que simplemente por hablar y tomarte un selfie en una esquina, con un dirigente que te caiga bien, se va a solventar la crisis política. No. Eso es parte del show. Hay que tener la valentía de dialogar para llegar a acuerdos. Tiene que venir una negociación, pero validada por la comunidad internacional. Si no es validada por actores importantes de la comunidad internacional va a ser nulo el esfuerzo.
-¿Qué será diferente en esta negociación?
-Estamos llegando a un momento de la crisis en que, de verdad, verdad, por amor a Dios, ya es suficiente.
-¿Por qué la administración Maduro negociaría? Pareciera estar en un momento de fortaleza.
-Al contrario. Creo que es un gobierno que no está reconocido por nadie, la Corte Internacional ya inicia una investigación en su contra. Es el momento. Motivos le sobran, a un gobierno como el de Maduro, de entrar en un proceso claro de negociación final. Tiene que haber una salida a todo esto. Tienen que participar todos los actores políticos.
-¿Para qué?
-Sin duda alguna debe haber un proceso electoral.
-¿Cuál?
-Todas. A Venezuela le hace falta una muy buena elección. Los procesos de construcción se logran mediante el voto popular. Pero vuelvo de nuevo: “La mujer del César no solo debe ser honesta; debe parecerlo”. El CNE no puede ser una cosa en la que nadie cree. Debe haber la percepción general de que podemos volver a creer en el voto. Hace falta una salida pacífica y electoral en Venezuela. Se ha dicho muchas veces, pero hay que lograrlo con algunas condiciones.
-¿Iría a elecciones regionales en estas condiciones?
-Si son las mismas condiciones de diciembre va a ser el desastre total. Tenemos nuevos actores en la comunidad internacional, hay tiempo para hacer muchas cosas, lograr muchas cosas, cerrar algunos acuerdos.
-¿Quién lo hace?
-Hay muchos actores de la comunidad internacional, el grupo de contacto, el Grupo de Lima, la Unión Europea que van a mantener mucho interés en Venezuela.
-¿Quién tiene la credibilidad para salir a buscar las soluciones?
-Hay que ser valiente.
-¿Quién debe serlo?
-Cualquier factor democrático, serio y responsable en Venezuela lo va a hacer. Eso sí: No va a haber ningún acuerdo político válido si no tiene el apoyo de la comunidad internacional. La solución de Venezuela pasa por un aval de la comunidad internacional. De lo contrario no tendrá validez. El país no lo va a creer.
-Eso pasa por una reunificación de los factores que se oponen a Maduro.
-Ojalá sea así. Si no ocurre la dinámica lo va a hacer así. Hay que lograr que la comunidad internacional avale cualquier acuerdo serio, responsable sobre la situación venezolana.
Ecarri anticipa que viene la crisis del 5 de enero de 2021, cuando la A electa el 6 de diciembre tome posesión y la AN electa en 2015 se mantenga en el poder. “Esa elección parlamentaria, ¿para qué sirve si no la reconoce nadie?”.
-Pero es un hecho político.
-Hay un hecho político, pero ese hecho político no le sirve a nadie. Una institución debe parecer que es institución. Puede haber un hecho político, pero para en el mundo que vivimos hoy nadie está aislado.
Compara al gobierno con “un loro viejo que no aprende a hablar”. Subraya que la oposición “debe presentarle al país una agenda muy clara, coherente, seria a partir de enero” y advierte que la situación es tan grave que la administración Maduro también debería hacerlo. “Lo que pasa es que no estamos hablando de gente razonable porque estamos presas de dogmatismos, complejos”. Mientras tanto “el venezolano sigue cambiando”.
-¿A qué se refiere?
-Hay otro venezolano. Hay un venezolano con industria petrolera y un venezolano sin industria petrolera. Vivimos un proceso a la inversa de lo que vivimos en 1936. Va a haber cambios en Venezuela y espero que sean cambios pacíficos, coherentes.
