Los aumentos de sueldos anunciados por el Ejecutivo nacional son solo simbólicos y la prueba está en que el salario mínimo que entró en vigencia este 1° de Mayo y se hará efectivo el 15 del mes «apenas sirve para comprar hoy medio cartón de huevos”, señaló Linerby Sánchez, directora de Proyectos del Instituto de Altos Estudios Sindicales
Las nuevas medidas del mandatario Nicolás Maduro, auguran más escasez y bachaqueo, alerta el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin)
“Con esta realidad que golpea a diario, este año tampoco habrá nada que celebrar en ocasión del Día del Trabajador”, señala Linerby Sánchez, directora de Proyectos del instituto.
La crisis económica y social se acentuó con la parálisis provocada por el nuevo coronavirus desde marzo, cuando se declaró la emergencia sanitaria y con ella una cuarentena social.
Sin embargo, las decisiones tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro que más preocupan son la intervención -bajo uno u otro esquema- de algunas de las empresas productivas para supervisar sus ventas y la fijación de precios a 27 rubros básicos en un contexto de hiperinflación.
“Esta situación augura escasez y el regreso del bachaqueo de los productos controlados por las autoridades, empeorando la ya precaria condición de los trabajadores para medio comer, derivada de la hiperinflación en una economía que se ha dolarizado de facto, pero en la que los salarios, sobre todo en la administración pública, se pagan en bolívares que no valen nada”, dijo Sánchez.
Los aumentos de sueldos anunciados por el Ejecutivo nacional son solo simbólicos y la prueba está en que el salario mínimo que entró en vigencia este 1° de Mayo y se hará efectivo el 15 del mes «apenas sirve para comprar hoy medio cartón de huevos”.
Esta alza salarial incumple nuevamente el Convenio 144 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la consulta tripartita, ya que fue decidido de manera unilateral, indicó la directora del Inaesin.
De acuerdo con datos del Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Inaesin, 45,35% del total de conflictos registrados durante el primer trimestre de 2020 estuvo vinculado con exigencias salariales.