En la popular zona del oeste caraqueño los comerciantes establecen los precios en función de la divisa estadounidense, pero con un pago en bolívares o en dólares es el bolsillo del consumidor el que resulta afectado
El uso del dólar se ha diversificado en el país debido a la hiperinflación y cada día es más común ver a las personas realizar las operaciones con esta moneda, en la que además se acostumbra fijar los precios de los productos, pese a las regulaciones que obligan a determinar precios en bolívares y usar el tipo de cambio oficial para pagos en divisas, pero, como siempre, en la determinación del monto a pagar el comerciante no quiere perder y el afectado es el consumidor.
Ante la fluctuación de la divisa en el país, en el juego de fijar precios y definir el pago los comerciantes usan la cotización a su conveniencia y es el bolsillo de los compradores el que termina afectado por el uso tanto del bolívar como de la moneda extranjera y muchos ejemplos se pudieron conseguir en un recorrido realizado por los alrededores del mercado de Catia, al oeste de Caracas, pero es una práctica que se extiende por toda la ciudad.
En Venezuela, la divisa cambia de precio dos veces al día de lunes a viernes en el mercado paralelo. Este viernes 24 de julio, el dólar paralelo abrió en Bs 263.111,74, según la cuenta de Instagram @enparalelovzla, y en la actualización de la tarde subió a Bs 265.289,16, precio con el que se mantiene el dólar durante el fin de semana hasta la publicación del lunes en la mañana.
Las regulaciones exigen a los comerciantes fijar precios a la tasa oficial publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), que este jueves se ubicó en Bs 241.970,78 y así se mantiene hasta su actualización de la tarde del lunes, pero esta medida no se aplica en la mayoría de los locales de Catia, donde la referencia es el paralelo.
El viernes en horas de la mañana, un comerciante vendía tapabocas a 1 dólar, pero cuando se le realizaba el pago en bolívares el monto a cobrar era de Bs 280 mil, más de Bs 16.000 por encima de la cotización en el mercado paralelo para la hora, que si bien no representan una gran cantidad, si es la regla generalizada implica que el costo de los productos termina por encima ,incluso, de su valor en dólares.
Los que pagan en bolívares se apresuran a gastar, pues con el incremento acelerado del dólar la moneda se devalúa muy rápido, pero en muchas ocasiones los vendedores se aprovechan de la situación al cobrar un precio superior al establecido.
“El dólar está subiendo”, es el argumento usado por el comerciante para aumentar el precio en bolívares.
La hiperinflación ha llevado a los comerciantes a establecer precios en dólares para proteger sus ingresos y a jugar con los precios para garantizar la reposición de inventarios, pero en ese proceso el costo es trasladado al consumidor.
Cuando se realiza la compra directamente en dólares, el escenario es contrario. Con la divisa por el orden de los Bs 265 mil, Virginia Pérez comentó que fue al mercado a comprar frutas y el vendedor le recibía cada dólar en Bs 200 mil. “Obviamente no compré ahí, pero caminé y lo máximo que pude conseguir que me pagaran fue 250. Yo sé que salgo perdiendo, pero no tenía opción”, dijo.
Falta de información y restricciones
Una de las razones por las que las personas acceden a comprar a precio de pérdida es el desconocimiento del valor de la divisa al momento de la operación. Aunque muchas personas se mantienen atentos a las actualizaciones del dólar a través de las redes sociales, son muchas las que aún no se familiarizan con el uso de las plataformas digitales o todavía no se acostumbran al pago con divisas. “Yo no sé nada de celulares ni de dólar, mis hijos me dicen más o menos cuánto puedo aceptar cuando vengo con los dólares y así logro comprar. A lo mejor me roban y no me entero”, contó una señora a las puertas de un establecimiento.
Las limitaciones de horario producto de la cuarentena hacen que los consumidores tengan menos opciones al momento de comprar, pues cada vez es menor el tiempo que tienen para realizar las compras. En Catia, donde en las últimas semanas ha aumentado considerablemente el número de casos de coronavirus, las autoridades ordenan el cierre de los negocios a las 10:00 am, y para muchos a esa hora comienza la carrera para terminar de comprar lo que necesitan pues entre colas y búsqueda de mejores precios se va el tiempo.
“Yo sé que estoy pagando más porque el dólar está en 265 mil, pero es eso o nada porque ya están cerrando y no puedo llegar a mi casa con las manos vacías”, dijo una señora en una carnicería de la zona.
“Aprovechen que nos están sacando”, era el grito de uno de los vendedores ambulantes que ofrecía plátanos pasadas las 10:00 am de este viernes, mientras una señora corría a comprarle sin chistar porque era de los pocos vendedores que aún permanecía en el lugar.
Aunque no es imposible conseguir un precio acorde con la cotización de la divisa, es mucho más común encontrar vendedores que adapten sus precios de manera que tanto en bolívares como en dólares resulten ganadores.
