Rusia desplazó a Estados Unidos como el principal proveedor de nafta de Venezuela, un producto indispensable para diluir el crudo extrapesado nacional, mientras las políticas comerciales de Washington empujan a ambos países sancionados hacia una cooperación económica más profunda, indica una nota de Bloomberg.
Los envíos de nafta desde EEUU. cayeron a cero entre marzo y octubre, mientras que los flujos desde Rusia superaron los 7 millones de barriles en el mismo período, según la consultora Kpler. Ese volumen —equivalente a unos 49.000 barriles diarios en agosto y 69.000 en septiembre— representa además la primera ola registrada de entregas desde Moscú a Caracas en casi seis años.
Venezuela necesita la nafta para diluir su crudo espeso y mantener el flujo por los oleoductos para ser exportado a países como China, uno de sus principales compradores.
Más de la mitad de su producción actual, de 1,1 millón de barriles diarios, proviene de la Faja del Orinoco que contiene reservas de crudo extrapesado.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro comenzó a buscar un nuevo proveedor de nafta después de que el mandatario estadounidense, Donald Trump, endureció las sanciones al sector petrolero venezolano a comienzos de este año, al revocar una licencia otorgada durante el gobierno de Joe Biden que permitía a algunas empresas, entre ellas Chevron, operar en el país.






