En el supermercado Súper Nilo la fiesta se prende los viernes y los sábados. Su dueño, Andris Azuaje, promete gaitas a partir de noviembre. Su proyecto musical comenzó hace un mes para aumentar las ventas y crear un espacio de encuentro para la comunidad. Ya lo logró.
Los viernes no eran el mejor día de ventas en el supermercado Súper Nilo. En esa esquina de San Bernardino, la crisis hizo mella en una comunidad que está entre la urbanización y el barrio. Hasta que hace un mes el dueño del local, un hombre de 34 años de edad llamado Andris Azuaje, decidió ofrecer el mejor de los productos para la caribeña Venezuela: música.
El «ventetú» lo dirige Ramón Mijares, conocido como Pecheche, quien le propuso a Azuaje prender el bonche los viernes y los sábados. El emprendedor, vinculado con San Bernardino por su esposa, le tomó la palabra; y más que la palabra, la voz, con la idea de que esta iniciativa suba las ventas y mejore la vida de los vecinos. Los resultados indican que logró ambas cosas. También se divierte, porque en medio de las ventas consigue unos minutos para cantar con los amigos.
Desde entonces no hay viernes en el que no se escuchen salsa vieja, merengue y algunos boleros. Mientras compras medio kilo de carne o un pedazo de queso puedes «echar un pie» y tomarte un traguito.
En el Súper Nilo hay mesitas y hasta un espacio en el que te preparan una Cuba Libre o el trago que quieras. Los tobos de cerveza van y vienen, y también consigues servicio de ron. Aquí, literalmente, el supermercado está a la vuelta de la esquina: Si pasas la puerta de madera te encuentras con los estantes en los que la comida y otros objetos esperan por los clientes.
Azuaje se ve a sí mismo como un emprendedor que no quiere irse de Venezuela. Ideas tiene muchas. Por lo pronto, vienen gaitas en noviembre.