El Gobierno de Vládimir Putin acelera una resolución para prohibir a empresas rusas vender su crudo bajo el tope fijado por Occidente
El petróleo sostiene la caída de precios que marcó en noviembre. Este martes, el barril cotiza por debajo de los 80 dólares, 1,24% menos con respecto al cierre de la jornada anterior, pero 7,7% menos de lo que marcaba hace tan solo un mes. Las ganancias que había acumulado el activo estrella de 2022 se mantienen aún cerca del 9%, pero tras la entrada en vigor del embargo al crudo ruso y la ralentización de la actividad en China, el mercado de materias primas parece consolidar su enfriamiento, alejando cada vez más al Brent del pico máximo de los 113 dólares que alcanzó el pasado junio.
Por su parte, el Texas, de referencia en Estados Unidos, también desciende 1,18% hasta situarse el barril en los 76,02 dólares, a la par del precio con el que comenzó el año.
El petróleo recibe así su primera jornada en una nueva normalidad marcada por el tope al precio del crudo ruso, acordado finalmente por los Veintisiete el pasado viernes tras meses de negociaciones para encontrar una solución que permitiera asfixiar las cuentas del Kremlin.
El tope máximo fue ideado por Estados Unidos, y aceptado por los miembros del G7 tras la reunión del bloque comunitario, para evitar una reducción de la oferta de petróleo y que permitiera a su vez que los países emergentes siguieran comprando crudo ruso para no tensionar la demanda internacional.
Así, el retroceso en el precio del Brent de este martes alienta la efectividad de la medida. De hecho, el barril está en mínimos de año, con valores no registrados desde la primera quincena de enero.
La respuesta del Gobierno de Vládimir Putin a la ofensiva de Occidente no se ha hecho esperar. Rusia planea crear e introducir antes de fin de año un mecanismo que prohibirá a las empresas rusas la venta de petróleo bajo el tope de 60 dólares por barril, según ha informado este martes el viceprimer ministro Alexander Novak.
«Actualmente estamos discutiendo, ajustando la decisión, abordándola con las empresas», ha detallado Novak. El viceprimer ministro ha explicado que Rusia mantendrá la producción de petróleo en diciembre al nivel de noviembre, pese al tope y el embargo comunitario al crudo ruso suministrado por mar.
De acuerdo con Novak, la producción de crudo ruso aumentó 2,2% entre enero y noviembre de 2022 a 488 millones de toneladas, y aunque admitió que Rusia puede reducir la producción de crudo más adelante, aseguró que no será un recorte importante. «El petróleo ruso tiene demanda en los mercados mundiales, el petróleo encontrará a sus compradores. Rusia es el mayor proveedor mundial de petróleo para los mercados energéticos mundiales. El petróleo ruso siempre ha tenido demanda y la tendrá. Sí, cadenas y mecanismos logísticos cambiarán ahora. Sin embargo, no vemos ninguna tragedia en esto», recalcó.