Historiadores aseguran que el sustento económico, desde pagar los hombres hasta la importación de armas, fue el ganado vacuno como principal recurso
El entorno económico que acompañó la lucha de más de 10.000 hombres para 1821 en la Batalla de Carabobo, se fundamentó en la ganadería, la agricultura, los lácteos, la exportación y comercio de cacao y tabaco, bajo la dirección del Libertador Simón Bolívar, acompañado del liderazgo de los generales José Antonio Páez y Manuel Cedeño.
Hace 200 años se estima una Venezuela sin escenario hiperinflacionario, sin embargo, la hambruna fue un factor tangible para la época.
Posteriormente a ese panorama, tras la victoria en la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, se incrementa el propósito de muchos comerciantes europeos, sobre todo ingleses y alemanes, para realizar negocios en Venezuela, «con lo cual el puerto de La Guaira y Caracas pasaron a ser foco de atracción para los comerciantes foráneos», dice Catalina Banko, Profesora e investigadora de la Universidad Central de Venezuela.
La economía venezolana, cuando estallan estos sucesos, «era agrícola y pecuaria mientras que los grandes virreinatos -como el Nueva Granada- eran proveedores de metales y piedras preciosas porque los caracterizaba la explotación de oro, plata y esmeraldas, mientras que Venezuela no poseía esas riquezas (…) el sustento económico para pagar los hombres; vestirlos, calzarlos y alimentarlos, sale de La Provincia de Barinas», así lo detalló el historiador, Yván Salcedo, durante entrevista telefónica para Contrapunto.
De igual manera, agregó que la parte norte del país «se dedicaba a la producción agrícola, cacao tabaco y en el Sur -Guárico, Cojedes, Portuguesa, Barinas, Apure- eran los mayores proveedores de ganado -vacuno y caballar- y la producción derivada de esto también eran los lácteos».
«Los principales productos extraídos con dirección a Cádiz eran el cacao, el tabaco, el añil y los cueros. Excelentes eran las cotizaciones obtenidas por el cacao Chuao y el tabaco Barinas en el mercado de Ámsterdam. El café, introducido tardíamente en territorio venezolano, estaba acrecentando progresivamente su participación en el comercio exterior», así lo reseñó Catalina Banko.
Además, en relación al auge del comercio acotó que, «La Guaira era el puerto que recibía la más elevada proporción de las importaciones que estaban destinadas al consumo de la población concentrada en su mayor parte en Caracas y sus alrededores».
Escenarios previos a la batalla que inciden en la economía
Producto de los acontecimientos del 19 de abril de 1810 se generó la intensificación de las relaciones comerciales con los Estados Unidos.
«Desde 1811 se despachaban cargamentos con dirección al puerto de Gibraltar, tráfico que se prolongó hasta la caída de la Primera República. Es importante destacar que en 1810 se había instalado en Caracas una casa de comercio inglesa, Watson Maclean y Compañía, con sede central en Glasgow, una agencia en Gibraltar y otra en Malta desde donde se distribuían los frutos venezolanos hacia los puertos del Mediterráneo oriental» reseñó Banko en su trabajo Interrogantes en torno a los efectos económicos de las guerras emancipadoras.
Tras la toma de Angostura por los patriotas, inicia la falta de suministros de alimentos para Caracas «se despertó un miedo por las pérdidas y la población salió a las calles y Guayana era una provincia rica en recursos económicos, con más de 80.000 cabezas de ganado», señala Yván Salcedo.
Los ingleses proveían a Venezuela de armas para las guerras y el pago era el ganado y el tabaco de Barinas. «A partir de 1818, Bolívar comienza a contratar embarcaciones: armas, municiones, pólvora, telas y uniformes en Londres», destacó el historiador Salcedo. Explicó que estos implementos los pagó con cueros de reses, ganado y mulas.
En relación a ello, José Antonio Páez es fundamental en el proceso de intercambio y aportes de los recursos para liderar con Bolívar.
Con el inicio de las hostilidades se abrió en Venezuela una etapa de fuertes trastornos económicos debido a la paralización de muchos cultivos por la falta de mano de obra. Además, se paraliza el tráfico de esclavos.
Asimismo, el monto total de las importaciones y exportaciones en los años 1809 y 1814, vemos que las mismas bajaron de 4.606.755 pesos a 500.316 pesos. Sin embargo, para 1818 las exportaciones de La Guaira ascendieron a 1.186.599 pesos mientras que en 1815 y 1.386.729 pesos.
En consecuencia, inician deudas en Venezuela.
Para 1819 el ejército cruza Los Andes y se aprovecha del virreinato de Nueva Granada (…) En el 1820 Bolívar y Morillo se preparan para la guerra y surgen los tratados de regularización y se da pié al inicio de la campaña y Bolívar manda a pedir tres batallones de Nueva Granada.
Dificultades económicas
A finales de 1820, celebran el General Pablo Morillo y El Libertador Simón Bolívar en Santa Ana de Trujillo en los andes venezolanos, el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra firmado entre el 25 y 26 de noviembre.
En 1820 Inglaterra deja de suministrar armas y en Barinas, los recursos ganaderos estaban agotados. «Los ingleses deciden no vender armamento durante el Armisticio» y por otra parte, en Venezuela «era mucho lo que se había exportado y empieza a escasear», dijo Salcedo.
Salcedo aseguró que el comienzo de la campaña estuvo protagonizado por el hambre. «La campaña de Carabobo tuvo como protagonista algo que nadie ha dicho, el hambre persiguió a los hombres que trajo Bolívar (…) al igual que a la población civil», indicó.
Bolívar pedía traer pesos de Colombia para pagar alimentos, el ganado, médicos y medicinas para los batallones. «Pagar el alcohol era fundamental para las heridas (…) cuando no habían recursos para pagar, manejaban un vale de pago», señaló Salcedo.
Finalmente, el período desde 1810-1830 presenta diversos acontecimientos que requieren seguir en investigaciones y bajo análisis, a fin de interpretar en su justa dimensión los efectos de los conflictos en la economía nacional.