Mientras no exista un acuerdo político las posibilidades de disponer de los recursos que tiene Venezuela se complican. Por otra parte, los entes multilaterales siguen reacios a dejar fluir los recursos mientras la crisis política no se solvente. Venezuela dispone 21.000.000 de dólares que no pueden ser utilizados
Atacar la pandemia del coronavirus requiere de un esfuerzo científico titánico que exige al máximo a los médicos epidemiólogos, infectólogos y de otras disciplinas para tratar de llegar a la vacuna y la cura de esta enfermedad que azota al planeta.
Sin embargo, no es menos cierto que para que esto se haga de manera eficiente se requiere una infraestructura para la investigación, para aplicar las medidas preventivas y los tratamientos que ayuden a materializar en el terreno los avances que se tienen y que se esperan en el combate de la enfermedad.
Frente a este escenario nos paramos y aunque suene temerario decimos que la pandemia es un problema económico y se resuelve con dinero.
Plata no hay
El Gobierno de Nicolás Maduro en su argumentación de la Ley Antibloqueo, indicó que en los últimos seis años los ingresos en divisas de la nación pasaron de 56.609 millones de dólares en 2013 a 477 millones de dólares, en los siete primeros meses de 2020.
Por otro lado, el Fondo Monetario internacional proyecta una caída de la economía venezolana de 25% del Producto Interno Bruto en 2020 y es junto a Perú el peor comportamiento de la región
Los empresarios venezolanos estiman que el PIB, es decir, las capacidad de producir bienes y servicios de la economía será de 32%, lo que deja pequeña la terrible proyección del FMI.
Venezuela suma más de siete años de recesión económica y el PIB se ha reducido cerca de 75% en los últimos años, según los cálculos de algunos economistas. Para graficar esto hay que imaginarse un hombre dos metros que ahora mide medio metro.
Es decir, no hay músculo propio para que el aparato productivo responda de inmediato a las necesidades económicas que se requieren para atender a la población en la pandemia.
Y… ¿de dónde entonces?
Economistas como Francisco Rodríguez calculan en 5.000 millones de dólares las necesidades para afrontar la pandemia este año en Venezuela y justamente esa fue la cifra solicitada al FMI por el Gobierno de Maduro.
Estos recursos existen, están allí y no fluyen hacia Venezuela porque este ente multilateral dice que no sabe quién es el presidente del país.
El directorio del FMI conformado por representantes de las naciones más poderosas de occidente no reconocen a Nicolás Maduro, como Presidente de Venezuela. Sin embargo, ese mismo directorio que incluye a representantes de seis naciones del Grupo de los 7 que reconocen el interinato de Guaidó desde sus cancillerías, tampoco asumen frente al FMI que el líder opositor sea el adecuado para canalizar los recursos de los que dispone el país en este organismo.
En los estudios realizados por el exministro del Gobierno de Chávez, Víctor Álvarez y cifras señaladas por el propio Francisco Rodríguez indican que, existen alrededor de unos 21.000 millones de dólares en recursos en el exterior que Venezuela podría utilizar para financiar los gastos vinculados con la pandemia y no tendría que recurrir a los multilaterales como el FMI, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial o CAF.
Estos recursos están repartidos en cuentas inmovilizadas por la disputa política que existe en Venezuela.
Algunas cifras indican que, Citgo posee una flujo de caja de aproximadamente 1.400 millones de dólares que podrían ayudar en parte a los gastos de la pandemia. Por otra parte, están los 1.000 millones de dólares en litigio en cortes británicas.
Solo estas dos últimas cifras significan casi la mitad de los recursos calculados para cubrir necesidades de la pandemia en 2020.
¿Qué se haría con este dinero?
Algunas propuestas apuntan a programas de ayuda de 100 dólares mensuales para las familias más vulnerables económicamente, para que cubran sus necesidades vitales, sin que tener que salir a buscar el día a día y minimizar los riesgos de contagio.
Con estos recursos, se garantizaría el consumo de este sector de la población que estimularía la producción nacional dinamizando el aparato productivo, generando empleos de calidad y por otra parte ayudaría a proveer las importaciones necesarias para cubrir las deficiencias locales actuales.
¿Qué se necesita para esto? El acuerdo que la polarización política y la prédica de la eliminación del otro ha impedido que se dé.
Pero no es solamente recursos, dinero fresco que se requiere.
También son necesarias condiciones para producir y desde el sector empresarial se están solicitando estímulos y dispensas tributarias para poder operar en medio de la emergencia que impone la pandemia.
Los comerciantes e industriales de Caracas han solicitado que los pagos del IVA se hagan mensualmente para darle holgura al flujo de caja de las empresas y también solicitan que se estudien dispensas tributarias necesarias para garantizar los puestos de trabajo y mantener abiertas las empresas.
Por estas razones decimos que, si bien la pandemia se resuelve con ciencia, conocimiento médico, manejo serio de las variables epidemiológicas, se necesitan unos insumos, que deben producirse o comprarse y cuestan dinero.
Todos los esfuerzos científicos no servirán si los países no tienen los recursos para cubrir estas necesidades.
¿De dónde saldrán los recursos para atender la pandemia? No lo sabemos, y si la Ley Antibloqueo impone la confidencialidad del manejo económico, menos nos enteraremos.
No tenemos bolas de cristal para ver el futuro o más allá de lo que nuestros ojos permiten, solo nos quedan los pies planos para pisar tierra y analizar los hechos como se vengan presentado.
El juego sigue.