El seleccionado albiceleste enfrentará al equipo del país carioca, en la semifinal más esperada de la Copa América, el próximo martes a las 21.30 (00.30 GMT), en el estadio Mineirao de Belo Horizonte
Diecisiete horas después de clasificarse a la final de la Copa América, la selección argentina volvió los entrenamientos en las instalaciones del Fluminense, en un ambiente distendido, de buen humor tras su convincente actuación frente a Venezuela.
La fiesta duró poco. El partido contra Brasil, en Belo Horizonte es el martes 2 de julio y Lionel Scaloni quiere que sus jugadores no pierdan la concentración en el torneo, por lo que dispuso una sesión matinal, en la que los que jugaron más minutos frente a la Vinotinto hicieron trabajo regenerativo en el gimnasio y los suplentes más aquellos que entraron en el segundo tiempo del partido de cuartos acudieron al campo de juego. Al margen de estos estuvo Guido Carrillo con una sobrecarga muscular.
Luego, muchos de los titulares presenciaron el partido en espacio reducido supervisado por el técnico, Lionel Scaloni, junto a uno de sus hijos, ya que muchos familiares permanecen todo el fin de semana en Rio, tras acudir a Maracaná, donde una de las «estrellas» en el palco fue Mateo, el hijo pequeño de Lionel Messi.
Argentina aún se entrenará en Río de Janeiro el domingo 29 de junio y por la tarde viajará a Belo Horizonte, donde le aguarda Brasil, a quien se enfrentará en la semifinal más esperada de la Copa América, el próximo martes a las 21.30 (00.30 GMT), en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.