Nuestro medallista dorado en 2012 no goza de privilegios por sus resultados y así lo demostró a través de sus redes sociales
El trabajo no es deshonra para nadie, lo que asombra es que un campeón olímpico deba sostenerse teniendo que recurrir a actividades extradeportivas durante horas claves en las que debería estar preparándose para sus futuras competencias.
No solamente es campeón olímpico, Rubén Limardo es Salón de la Fama de la esgrima mundial, parte de esa generación de oro que es tan nombrada a la hora de alcanzar resultados, pero que tan en el olvido se muestra a la hora de recibir apoyo en su preparación.
«Si estás en Lodz – Polonia y pides @UberEats es posible que tu comida la entregue un campeón que decidió no rendirse jamás», así escribió nuestro campeón olímpico en su cuenta Twitter.
De igual manera, Limardo aseguró que luego de 35 años de vida, es primera vez que se encuentra realizando otra actividad que no tiene que ver exclusivamente con el deporte, sin embargo, asegura sentirse lleno de satisfacción. Nuestros atletas definitivamente son unos guerreros dentro y fuera de los escenarios deportivos.
«Por primera vez a mis 35 años estoy dedicado también a algo que no es solamente el deporte y que eso me llena de satisfacción. Para quienes creen que algunos tenemos ¨privilegios¨ por los resultados déjenme decirles que no es así», prosiguió.
Rubén destacó que este segundo trabajo lo ayuda a ganarse la vida y así mantener su hogar y que a pesar del esfuerzo no ha dejado de entrenar ni un solo día: «No podía sentarme a esperar los recursos que debo ganar por mi labor de atleta».
«Yo, la última medalla de oro olímpica de Venezuela también salgo a la calle a trabajar todos los días para ir de la mano por los sueños que aún me quedan por cumplir. Ajustarse a los cambios es definitivamente un trabajo para valientes», finalizó el destacado e histórico atleta venezolano quien además tiene su cupo asegurado para los próximos Juegos Olímpicos.