Nacida y residente en Lima, Espinoza nació con una malformación congénita. Le falta parte del brazo izquierdo
La peruana Leonor Espinoza Carranza se colgó este jueves la medalla de oro en la categoría K44 de menos de 49 kilos, en el debut del taekwondo, en unos Juegos Paralímpicos y conquistó la primera presea paralímpica para Perú en 17 años.
La limeña, de 23 años, era una de las favoritas para alzarse con el oro en la capital japonesa tras una progresión espectacular, que la había convertido en uno de los paratletas a seguir en la cita, y no defraudó. Con un derroche de técnica y cabeza fría para mantener su ventaja, se abrió camino hasta la final de forma directa.
Espinoza aseguró así la primera medalla paralímpica para el equipo peruano en 17 años. El último en colgarse una fue el nadador Jimmy Eulert, con sus dos bronces en Atenas 2004.
Nacida y residente en Lima, Espinoza nació con una malformación congénita. Le falta parte del brazo izquierdo.
Aficionada al cine y la música, la peruana comenzó a practicar taekwondo en 2017. Se inscribió en una escuela donde impartían este deporte, después de que la invitaran a probarlo.
Con sólo un mes de entrenamiento viajó a Costa Rica junto a su entrenadora, Yvonne de la Cruz, y se alzó con el oro en el Campeonato Parapanamericano, tras imponerse a Cuba y México.
Ese mismo año participó en el Mundial en Turquía, donde cayó en cuartos, y sería galardonada con el premio a la Mejor deportista revelación de la Asociación Nacional Paralímpica del Perú.
Su evolución fue tan prometedora que terminó siendo admitida en el Centro de Alto Rendimiento de Videna, donde entrena.
Hasta Tokio llegó con una racha de cinco victorias en sus últimos torneos, con triunfos tan importantes como el protagonizado frente a la excampeona mundial y número uno Enkhtuya Khurelbaatar, de Mongolia.
Campeona de los Juegos Parapananericanos de 2019, Espinoza desfiló en la capital nipona como abanderada en la ceremonia de inauguración junto al corredor de maratón Efraín Sotacuro.
En su debut en los Juegos de Tokio, donde el taekwondo se estrenó como deporte paralímpico, tuvo el mejor comienzo posible.