Las pruebas a gran escala, a un año de los Juegos Olímpicos, están viéndose marcadas en este 2019 por el enorme calor, combinado con una tasa de humedad de más del 80%
Tras el triatlón, la natación en aguas abiertas y el remo, llegó el turno para que la vela tome la temperatura a su sede de los Juegos de Tokio-2020, con un test en Enoshima. El fuerte calor que castiga Japón fue protagonista de esta prueba, a un año de la cita olímpica.
«Con el calor, lo primero que hay que hacer es aceptarlo», dice a la AFP el doble campeón olímpico de windsurf, el holandés Dorian van Rijsselberghe, quien al acudir a esta prueba pudo comprobar en primera persona el efecto de las altas temperaturas niponas.
«Hay que estar en el lugar para experimentarlo», subraya este hombre, que cuenta con una máquina para refrescar el cuerpo, vestimentas refrescantes y toallas heladas.
Una docena de personas sufrieron indisposiciones en una prueba de remo y varios nadadores de aguas abiertas compartieron su preocupación sobre la temperatura del agua. El triatlón tomó la decisión de recortar a la mitad (5 km) el recorrido.