«Debemos luchar. Ellos han terminado delante de nosotros este año y el pasado. Nuestra ambición es reducir la distancia con ellos en todas las competiciones» comentó Unai Emery
Con un escenario exótico como Bakú, la capital de Azerbaiyán, Chelsea y Arsenal, en un clásico londinense, juegan el miércoles (3 PM, hora de Venezuela) la final de la Europa League, sin un claro favorito, entre el tercero y el quinto de la Premier.
Azerbaiyán verá desfilar a ejércitos de aficionados, más interesados en el segundo trofeo continental que en los campos de petróleo de Azebaiyán.
Por un lado, los Blues, que sueñan con ofrecer un último título a su estrella belga Eden Hazard, que puede irse al Real Madrid, después de siete fructíferos años.

En el otro, los Gunners que, para recuperar el brillo perdido, deben ganar para clasificar a la próxima Champions, tras ser solo quintos en la Premier. Al frente de ellos su entrenador, el español Unai Emery, experto en ganar la competición, que logró tres veces con el Sevilla.

«Debemos luchar. Ellos han terminado delante de nosotros este año y el pasado. Nuestra ambición es reducir la distancia con ellos en todas las competiciones. Esta final constituye nuestra primera posibilidad», aseguró el entrenador español.