El excampeón de pesos pesados decidió colgar los guantes en 2005
El regreso de Mike Tyson ha interesado al mundo del boxeo, sin embargo, podría no volver al encordado para medirse a Jake Paul el próximo 20 de julio en el AT&T Stadium de Texas, Estados Unidos que se transmitirá a través de Netflix.
Tyson deberá pasar por una pruebas médicas antes de subir al cuadrilátero para conocer si está en condiciones de volver a combatir.
Para la fecha señalada, Tyson ya tendrá 58 años, una edad no muy usual entre los boxeadores, que suelen colgar los guantes definitivamente bastante más jóvenes. Pero Iron no es un peleador común, después de hacer un combate de exhibición con el ex campeón Roy Jones en noviembre de 2020, y decidió colgar los guantes en 2005, cuando perdió por nocaut técnico ante Kevin McBride.
El excampeón de los pesos pesados deberá demostrar que está en perfectas condiciones para regresar a la competición. La Texas Department of Licensing and Regulations (TDLR) le exigirá aprobar una serie de pruebas médicas para evaluar su aptitud física.
Según informó Tela Manage, el gerente de comunicaciones de la TDLR a USA Today Sports, debe someterse a diferentes exámenes de electroencefalograma (EEG) y electrocardiograma (EKG) para buscar posibles trastornos cerebrales o problemas cardíacos.
De no pasar las pruebas con éxito, Tyson no podrá competir. Todavía no se ha definido si el combate será profesional o de exhibición, ni el número de asaltos. Además de tener en cuenta que Paul es mucho más joven que él. Paul que busca conseguir entrar en las listas de los organismos de boxeo y que se le tome en serio en el deporte, tiene 27 años, por lo queel veterano le saca 31. A pesar de la diferencia de edad, Tyson compartió vídeos de sus entrenamientos en los que se ve que está en plena forma y que su pegada no ha perdido potencia.