Medio siglo después de su último campeonato de la NBA, los Knicks de Nueva York tienen por fin un nuevo estandarte que colgar en el Madison Square Garden. El equipo neoyorquino se impuso 124-113 a los Spurs de San Antonio en la final de la Copa NBA, con una actuación estelar de OG Anunoby (28 puntos) y Jalen Brunson (25), quien además fue nombrado Jugador Más Valioso del torneo.
La victoria no solo representa un trofeo simbólico, sino también un impulso emocional para una franquicia que no gana el título de liga desde 1973. Brunson, junto a Josh Hart y Mikal Bridges, todos campeones universitarios en Villanova, lideran un núcleo que aspira a representar a la Conferencia Este en las Finales de la NBA.
El dominicano Karl-Anthony Towns aportó 16 puntos y 11 rebotes, pese a lidiar con una lesión de pantorrilla que lo obligó a salir antes del medio tiempo y limitar sus minutos en la segunda mitad. Mitchell Robinson dominó los tableros con 15 rebotes, diez de ellos ofensivos, clave para que los Knicks superaran a los Spurs 59-42 en rebotes y 56-44 en puntos en la pintura.
San Antonio, liderado por Dylan Harper (21 puntos), Victor Wembanyama (18) y De’Aaron Fox (16), mantuvo la ventaja durante gran parte del encuentro. Pero una racha de 13-1 al final del tercer cuarto cambió el rumbo del partido, y Nueva York nunca volvió a estar abajo en el marcador.
Además del trofeo, cada jugador de los Knicks con contrato estándar recibió un bono de 318.560 dólares, sumando 530.933 por haber llegado a la final. Aunque este juego no cuenta para la temporada regular, ambos equipos mantienen récord de 18-7, liderando sus respectivas divisiones.
La historia reciente favorece a los finalistas: todos los equipos que han llegado a esta instancia en ediciones anteriores, Lakers, Pacers, Thunder y Bucks, han clasificado a los playoffs. El Thunder incluso se coronó campeón la temporada pasada.






