La ganadora del segundo lugar del Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho apuesta por una dramaturgia fuerte que genere la reflexión de temas que están sobre la palestra pública. Este fin de semana, en el Trasnocho Cultural, dirige «La Misión», de Henry Muller
Andreína Polidor es la ganadora del segundo lugar de la más reciente edición del Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho. La cruda realidad plasmada de forma reflexiva y artística en su puesta en escena fueron atributos determinantes para ganar el galardón.
Su incursión en el concurso escénico surgió con la intención de dar a conocer al Teatro de la Penumbra, agrupación que fundó hace 10 años junto a sus compañeros de estudios de Artes Plásticas de la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas.

Con sus compañeros, Andreína le ha dado vida a tres montajes, todos de autores alemanes: Santa Juana de los mataderos, obra maestra de Bertol Bretch; Muerte y persecusión, un pop drama, versionado por ella, de Marat Sade, y La Misión, de Henry Muller, con la que obtuvo el reconocimiento, y que desde el pasado fin de semana se ofrece nuevamente en el Espacio Plural del trasnocho Cultural.
Y es que ha sido la fuerza de la dramaturgia alemana y su forma de retratar las realidades más crudas, una especie de imán para la directora. Poder, revoluciones, existencialismo y muerte son sus temáticas.
Ella, ha querido exponer un tema arraigado en lo más profundo de su ser, que a sus 28 años le pide hablar de ello y que le ha ayudado, tanto a ella como a sus compañeros del grupo, a encontrarse con ellos mismos e invitar a la reflexión.

«Yo tengo 28 años y he vivido 20 de ellos en un solo sistema político, crecí bajo un solo pensamiento político y eso me ha tocado mucho, y ahora yo necesito hablar de eso, necesito encontrarme y decir no es así, sino que, es así o, no es como me lo pintan sino que también es de muchas otras maneras».
«La Misión» habla sobre lo que significa la revolución para su autor, ambientada en Jamaica, la obra narra cómo un grupo decide armar una revolución para abolir la esclavitud y se encuentran con la realidad de que son otros los intereses que se mueven bajo la máscara de una abrogación de la segregación racial.

Se trata de textos pesados y quizá no digeribles para todos los gustos, característica que se tomó en cuenta para armar este montaje para el que se utilizaron diversas técnicas visuales, trabajo físico, corporal, de imagen y escenografía que al hacerse parte de la narración, logran atrapar a la gente.
El Festival de Jóvenes Directores es, para Andreína, una gran vitrina (casi extinta) del talento nacional emergente y fue precisamente eso, lo que la llevó a participar en el concurso del cual se siente agradecida y enriquecida por la retroalimentación que ahí nació.

«Vimos el festival como una oportunidad para mostrarnos por todo lo que hemos hecho, por lo que hemos estudiado, por nuestra investigación», relató a Contrapunto, la joven que se inició en el teatro seducida por el método Stanislavsky y que nutrió su carrera de manera formal en la Unearte y en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, así como empíricamente.
Por el momento, Andreína sigue comiéndose los libros, apetito del que le surge la inspiración, y tiene pensado montar nuevamente el pop drama de Marat Sade.

En «La Misión» participa un elenco integrado por Rafael Gil, Douglas Suniaga, Bethania Yanez, Yaimira Martínez y José Alberto Briceño.
La pieza tendrá sus últimas presentaciones este fin de semana, los días sábado y domingo a las 5:00 de la tarde. Las entradas están a la venta en las taquillas del Trasnocho Cultural.