El 13 de mayo del año 1917 la Vírgen de Fátima se aparece por primera vez ante Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, tres infantes que se convirtieron en ojos y oídos del mundo al mismo tiempo que en la voz de una supuesta imagen de salvación que se mostró ante los ojos de 70 mil personas en lo que se conoció como el ¨Milagro del Sol¨
Una de las advocaciones marianas más conocidas a escala global es la de Fátima, conocida por las apariciones, que se iniciaron en 1917, ante Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, tres pequeños pastores portugueses de diez, seis y nueve años, respectivamente, quienes aseguraron haber estado en presencia de la madre de Dios.
La presencia divina se presentó ante los chiquillos en medio de un día de pastoreo que transcurría normalmente hasta que la imagen de una mujer más brillante que el Sol, se posó sobre la copa de un árbol de encina y les pidió que, durante cinco meses, retornaran a ese lugar el mismo día y a la misma hora, para rezar el rosario.
Los niños estupefactos corrieron al pueblo a contar lo que habían visto. Pocos les creyeron, incluyendo a los padres de Lucía, que no sospechaban que su hija, sería la única de los tres que sobreviviría, luego de que en su segunda aparición, la imagen predijera la muerte de Francisco, en 1919 y de Jacinta, que pereció en 1920.
El arrepentimiento, la conversión y la práctica de la oración y la penitencia fueron temas fijos en las apariciones de Fátima ante los niños.
El 13 de octubre de 1917 fue, según los escritos de Lucía, la última aparición de la Virgen a los tres pastorcitos, fue ese día cuando se produjo el llamado «Milagro del Sol», presenciado por 70.000 personas, entre ellos algunos periodistas y personalidades públicas de la época que dieron fe de los visto y vivido.
En 1941 Lucía, la única viva del grupo, escribió dos de los mensajes que les había dado Fátima, para ayudar en la canonización de sus primos, Jacinta y Francisco, sin embargo indicó que el tercer mensaje debía mantenerse oculto.
En el primero de los mensajes, Lucía narra cómo la vírgen les mostró un gran mar de fuego bajo la tierra donde se quemaban demonios y almas con forma humana entre gritos y gemidos de dolor y desesperación, que horrorizaban y hacían temblar de pavor.
El segundo mensaje, daba continuación al primero. Mostraba cómo salvar a esas almas del horrendo castigo a través de la devoción al Inmaculado Corazón y afirmaba que Rusia debía consagrarse al Corazón Inmaculado y que por ello sería concedido al mundo un tiempo de paz.
Sobre el tercer mensaje se ha tejido siempre un misterio. Fue durante la beatificación de Jacinta y Francisco cuando se develó, estando aún Lucía viva..
En este últimos mensaje, la aparición se refirió a la importancia de la fe y la catástrofe que significaría su pérdida.
«un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda. Al centellear despedía llamas que parecía iban a incendiar el mundo. Pero, se apagaban con el contacto del brillo que de la mano derecha expedía Nuestra Señora a su encuentro. El ángel, apuntando con la mano derecha hacia la tierra, con voz fuerte decía: «Penitencia, penitencia, penitencia»
