Jim Caviezel interpreta a un policía de la vida real que centra su trabajo contra la tráfico de niños
La película “Sound of Freedom”, inspirada en una historia real sobre menores convertidos en esclavos sexuales, sorprendió al superar los 250 millones de dólares de taquilla con un presupuesto de 14 millones.
El realizador mexicano Alejandro Monteverde estrenó en julio la producción audiovisual después de ocho años de trabajo.
“La película estuvo de cierta forma huérfana, por varias razones, estuvo guardada casi cuatro años”, explicó Monteverde a la agencia EFE en Madrid en la presentación del filme que se estrena este miércoles a las salas españolas.
“Lo que le ha pasado a la peli con una taquilla que rebasa los 250 millones de dólares es algo que todavía sigo procesando, sigue siendo un fenómeno”, reconoció el creador de la película.
El filme es protagonizado por Jim Caviezel, que interpreta a Tim Ballard, un exagente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que lo dejó todo para luchar contra el tráfico de niños. Lleva 10 años luchando por rescatar a niños de tramas mafiosas que los raptan para comerciar con ellos en redes sexuales.
Una historia que se centra en el secuestro de dos niños hondureños, Miguel y Rocío, a cuya búsqueda se lanza Ballard (Caviezel) incluso cuando pierde el apoyo de la Seguridad Nacional para la que trabaja.
“Fue una historia que me encontró a mí, estaba viendo un reportaje que exploraba esta temática y sentí una convicción de que debía llevarla al cine”, destacó Monteverde, que comenzó inmediatamente a escribir el guion junto a Rod Barr.
El proceso de investigación los trasladó hasta Tim Ballard y al conocer su historia se dieron cuenta de que su realidad «sobrepasaba la ficción» que estaban escribiendo, y decidieron cambiar el proyecto en su totalidad.
“Ballard ha rescatado y salvado ya cientos de vidas inocentes, logrando sensibilizar a muchos de esta gran lacra de nuestro mundo”, precisó el cineasta.
Pese a ser una película “con una temática muy dura, ofrece esperanza y “abre un diálogo muy importante en la sociedad”, que le gusta al público.
Algo en lo que ahonda Monteverde, quien asegura que lo más le emociona es precisamente el hecho de que «la audiencia sigue abrazando la película».
“Ir a cada país y ver cómo cada cultura, por diferentes razones, abraza la película, eso vale para mí oro”, puntualizó el director.