Varios artistas y cultores se ha unido para mostrar apoyo a Venezuela contra las medidas de bloqueo y sanciones anunciadas por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
Muchos coincidieron en el hecho de que las medidas afectan al sector cultural pero, ante esto, el arte se reinventa. Lo importante para muchos de ellos es que en Venezuela se produzcan los insumos para no depender de factores externos.
El actor Antonio Machuca expresó a Contrapunto, que estas medidas afectan al sector tal como lo hacen con la revolución, «que tiene una condición que al imperio norteamericano no le sirve, que es que nosotros, como continente, crezcamos y nos convirtamos en socialistas. Eso los hace agredirnos y lo van a seguir haciendo; nos van a agredir siempre porque creen que esa es la manera de lograr que el sur no se una para construir la gran patria».
Machuca indicó que una forma de contrarrestar el cerco económico, es aportando en la formación y utilizando a la cultura como un medio transformador y no como un medio alienante.
“Cuando las cuerdas del cuatro sean hechas en Venezuela seremos soberanos en los cultural”
“La forma de resolver esto es instalando una cadena de ensamblaje de instrumentos. Los proyectos están ahí a mano, los contactos los tenemos con China, pero ha sido inviable y aunque la cultura debería ser la cara franca de la revolución, no lo es, no ha sido prioritario”, explicó David Meire, quien está al frente del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (Iaem).
Meire, quien lleva las riendas del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (Iaem), explicó que la cadena creativa en lo musical se ve afectada por completo con estas medidas. Todo en la industria musical necesita de elementos que son importados, precisamente, de los Estados Unidos.
“La cadena de creación del músico comienza con una idea: si quiero hacer una canción, agarro un instrumento, ese instrumento es importado. La hago y luego tengo que grabarla, pero antes tengo que ensayar y tengo que ir a una sala de ensayo que tiene equipos importados, que cobra en dólares la hora de grabación y después de que la tengo montada con mis amigos, voy a un estudio de grabación donde también todos los equipos son importados y para que la canción, luego suene en la radio, tengo que pagarle también al dueño de la radio una payola dolarizada. ¡Es una puta mierda!”, explicó.
“Los micrófonos, las cornetas, las tarimas. Esta tarima, donde estamos nosotros, es una tarima estadounidense, certificada bajo las leyes de seguridad industrial estadounidenses, el sonido con el que estamos amplificando, el teléfono por el que estamos hablando. Nosotros no fabricamos nada”, dijo.
El también músico, agregó que para palear esta situación, parte del gremio propuso la instalación de fábricas de ensamblaje aprovechando el convenio Venezuela-China, y a partir de allí, empezar a fabricar.
Señaló que esta propuesta se presentó como proyecto en el 2014 bajo el nombre de Maisanta, una fábrica de ensamblaje de amplificadores, cornetas, cables, insumos para la música, guitarra y bajos y ese proyecto está ahí esperando, esa es una solución”, dijo.
Meire relató que las cuerdas del cuatro, no pueden hacerse en Venezuela, a pesar de que en el país se fabrica el nylon; sin embargo, la elasticidad, resistencia y afinación que requiere el nylon para utilizarse con el instrumento, solo se consigue utilizando un polímero que tiene una patente estadounidense, hecho que impide que ese se utilice en la mezcla para hacer el nylon en nuestro país.
“Nosotros seremos verdaderamente soberanos cuando las cuerdas del cuatro sean hechas en Venezuela. Ahí hablaremos de sonido soberano venezolano”, finalizó.
Se frena la producción musical
Alí Alejandro Primera, cantautor y presidente del Centro Nacional del Disco (Cendis), coincidió con Meires en que uno de los problemas del bloqueo es la producción de bienes y servicios para fortalecer a la industria.
“La materia prima para la producción en formatos de CD y digital viene del exterior, y todo se paga en divisas. Es una tecnología propietaria”, dijo.
Añadió que, el Centro Nacional del Disco, (Cendis), ente que preside, carece de licencias para la adquisición de los softwares que se utilizan para la producción grabación, masterización, mezcla y captura de sonidos.
La creatividad es la mejor arma
Por su parte, el también músico José Gabriel Álvarez, miembro de la agrupación El Pacto, aseguró que los cultores y artistas enfrentarán este desafío, «que superaremos victoriosamente con creatividad, creo que esa es la mejor arma que tiene el pueblo venezolano y ya es un hecho que eso está sucediendo, hay una vuelta al campo, existe una disposición de producir, de inventar «, dijo.
Aseguró que los creadores venezolanos se han convertido en «toderos. Esta situación de bloqueo nos ha llevado a autogestionarnos en muchas cosas y eso creo que, para quienes amamos esta patria y estamos resistiendo, es muestra de nuestro amor y de creatividad, de los poderes creadores del pueblo», agregó.