Alejandro Guillén, estudiante de piano y ganador de beca del Latin Grammy: Pianistas sin título se ven obligados a trabajar como mesoneros

Texto: Jorge Díaz. Fotos: Rodrigo Díaz

«Porque todo se trata de un viaje» Jorge Díaz, de 4 Ruedas y un Morral, entrevista a Alejandro Guillén, pianista venezolano que vive en New Jersey, Unión Township. Tiene una beca otorgada por el Latin Grammy para estudiar en John J. Cali School of Music en Montclair State University (New Jersey) desde el año 2018

Alejandro Guillén es un pianista venezolano radicado en Estados Unidos (EEUU) que admira profundamente a Aldemaro Romero, Simón Díaz y Juan Carlos Núñez.

Me contactó por mi Instagram @4ruedasunmorral y me contó su historia. Su madre (no quizo decir su nombre), exempleada del sector público con una carrera brillante, prefirió abandonar su trabajo de más de 20 años, prestaciones devaluadas y una pensión de risa.

Vivían en El Paraíso, en un edificio al que uno de los apagones le daño el ascensor, y ahí no dudo renunciar. Ella, Alejandro y el resto de la familia decidieron abandonar el Paraíso de su vida en Caracas, la sucursal del cielo, para marcharse a Estados Unidos. Se fue a la cuna del imperialismo sin saber inglés y dispuesta a empezar de nuevo; ahora de trabaja de babysitter (niñera) para así apoyar a su hijo en su carrera como músico clásico.

Actualmente Alejandro estudia segundo año de piano en la John J. Cali School of Music en Montclair State University, bajo la tutela de la renombrada pianista japonesa-canadiense Lisa Yui. También es miembro del Montclair Music Club, donde toca recitales cada semestre.

El joven de 21 años tiene tres becas: La más reconocida, quizá por lo que representa en el mundo musical más comercial, es la del Latin Grammy. Fue uno de los 40 elegidos en una audición realizada en el año 2019.

También fue seleccionado para dos becas patrocinadas por Plainfield Musical Club y Westfield Music Club.

Pero el dinero no le alcanza. Alejandro trabaja los fines de semana de mesero en una empresa que hace eventos, compone, estudia y no puede bajar sus notas, porque perdería las becas.

Los jueves se pone su traje de mesonero, con guantes blancos, para ganarse la vida y seguir luchando por sus sueños: Ser un excelente compositor y pianista. Esta es su historia y la de muchos venezolanos que abandonaron el Paraíso de la inflación por la incertidumbre del futuro.