Antonio Di Giampaolo: “Si el gobierno de Maduro no acepta que debe contarse no hay solución en el corto plazo»

Texto: José Gregorio Yépez y Vanessa Davies. Fotos: Ernesto García-Contrapunto. Video: Miguel "Cuchicuchi" Romero

El constituyente de 1999 afirma que «el de Barbados era un acuerdo parcial y el de la Casa Amarilla es insuficiente»

Antonio Di Giampaolo ostenta lo que podría ser casi un título nobiliario: constituyente de 1999. Electo como independiente en el estado Aragua «rompiendo el kino de Chávez», Di Giampaolo votó en 1999 a favor de la Constitución que elaboró. «Hay muchos temas con los cuales estuve de acuerdo», subraya.

No fue chavista, por lo que no se apartó del chavismo: es que nunca estuvo. «No soy militante de ningún partido, fui electo independiente con el voto de muchos chavistas. En algunas cosas he coincidido» con el chavismo, comenta.

En otras ha tenido profundas diferencias. «Me suspendieron mi programa de televisión, En el aire, en 2009, por presiones de la gobernación; el gobernador era Rafael Isea y el programa se transmitía por TVS», rememora. En 2016 la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel)cerró la emisora Guay en la que se transmitía su programa, La Campana.

Aunque no promueve una salida violenta del mandatario Nicolás Maduro, sí cree que Venezuela necesita un cambio político urgente. “Si el gobierno de Maduro no acepta que debe contarse no hay solución en el corto plazo», asevera. “Si no acepta contarse, ¿cómo vas a destrabar el juego?”.

El acuerdo anunciado el lunes en la Casa Amarilla, entre partidos minoritarios de la oposición y el gobierno de Maduro, «tiene la particularidad de que es parcial e insuficiente, porque no están recogidas la totalidad de las aspiraciones planteadas en los últimos esfuerzos de negociación. No están los políticos inhabilitados, los partidos suspendidos, como la MUD. No hubo condena a los procedimientos administrativos exprés de suspensión de organizaciones partidistas».

Además es insuficiente, prosigue, «porque si en los otros esfuerzos de negociación se criticó que no estuvieran representados los grupos minoritarios, aquí no están representados los grupos mayoritarios.  Tampoco está planteada la solución política de fondo, y si no hay cambios de fondo el país va a seguir por el despeñadero. El país vive la anarquía institucional, vive un conflicto político, un drama social y nos consume la debacle económica».

-¿Cuál es la solución al conflicto político?

-La reinstitucionalización, que no es solo el CNE. Además tienes un TSJ al servicio o postrado ante el gobierno.

-¿El regreso del PSUV a la AN no es el camino?

-Aunque vuelvan los diputados imagino que no habrá un acuerdo político, y eso lo terminará resolviendo el TSJ por omisión legislativa. Eso no significa que no les demos el beneficio de la duda. Si la AN recupera la funcionalidad puedes citar a los ministros, preguntarles qué pasó con los programas de alimentación, la situación de la salud, por qué bajamos la producción petrolera. ¿Realmente están dispuestos a que eso pase? La reinstitucionalización no es solo el CNE. El diálogo debe ser útil para la gente; si no, no sirve para nada.

-¿Qué valora de Barbados?

-La agenda fue eminentemente electoral, los partidos suspendidos, la observación, los procesos de auditoría, la revisión del padrón electoral. El perfil de los negociadores era claramente electoral, con Stalin González, Fernando Martínez Mottola, Vicente Díaz; también Gerardo Blyde, que tiene la virtud de haber perdido y haber ganado procesos electorales. Ese perfil deja claro que estaban planteando una solución electoral al conflicto. El año que viene hay elecciones de la Asamblea Nacional, y creo que sería un error dejar de participar en ese proceso si son elecciones competitivas.

Para Di Giampaolo «el acuerdo de Barbados era un acuerdo parcial y el de la Casa Amarilla es insuficiente. Evidentemente que el planteamiento de Barbados era mucho más amplio para alcanzar elecciones competitivas, y orientado al tema presidencial. Puedes hacer elecciones parlamentarias, pero la ANC puede tratar de aniquilar la nueva AN que se escoja. Por eso la reinstitucionalización debe incluir que la ANC se dedique a hacer la Constitución y deje de interferir en la vida institucional del país. Cuando comenzó la ANC hablamos de una dictadura constitucional, y en eso se ha convertido».

-¿Necesitamos un tercer camino?

-No nos hacen falta más caminos. Si este acuerdo va a terminar en una solución electoral general, elección presidencial, bienvenido sea. Pero pongo en duda que eso ocurra. ¿Que habrá concesiones con presos políticos? Bienvenidas sean. ¿Que habrá una modificación de la ley para la representación proporcional de las minorías? Bienvenida sea. Pero si no restituyes el funcionamiento de las organizaciones políticas y no resuelves las inhabilitaciones, las elecciones no serán competitivas.

“El gobierno está empeñado en mantenerse en el poder, y la tarea de un gobierno es gobernar. Si gobiernas mal en algún momento te tienes que ir”, enfatiza Di Giampaolo.

-¿Qué debe reunir un acuerdo integral?

-Debe haber amplitud, sobre todo, en la toma de decisiones y en las instancias de participación. La agenda debe incluir el amplio espectro de los temas electorales, y debe resolverse en el interín una facilitación de la cooperación internacional.

-¿Todo pasa por elecciones presidenciales?

-Si no incluyes el tema presidencial puedes cambiar todo, pero nada va a cambiar. Ellos no tienen ningún estímulo para hacer elecciones presidenciales, pero el agua nos llega al cuello a todos. El deterioro del país va a niveles progresivos. La Constitución va a cumplir 20 años. La revolución no está en la Constitución. Ellos dicen que la transición tampoco. Hay que construir una narrativa que permita afrontar esa dicotomía. Se puede construir con un acuerdo político, con un referéndum. Yo le diría al gobierno que si de verdad quiere buscarle una salida debe hacer concesiones en el plano político.

-¿Cuáles?

-Una solución electoral que incluya elecciones presidenciales libres, competitivas, participativas. Hay quienes han alentado un eventual golpe o sublevación militar, otros alientan una intervención, y ahora que en la frontera se mueven tropas y pertrechos uno quisiera que ningún incidente desgraciado terminara incendiando la pradera. Cualquiera de esas opciones tiene daños colaterales.

-¿Cuáles?

-La sublevación militar trajo al chavismo. Ahora no les gustan los golpes, pero en su momento los promovieron. La intervención tiene daños colaterales que los podemos ver en Libia, Siria, Afganistán.

-Podría ser como en Panamá contra Noriega.

-Hablan de cosas quirúrgicas. Yo no las veo así. Yo prefiero la narrativa electoral. Te dicen que puede tomar más tiempo, y no es verdad.

-¿Guaidó fracasó en Barbados?

-No creo. Creo que Barbados se terminó suspendiendo porque el gobierno estaba contra la pared con la propuesta. En la práctica el gobierno estaba contra las cuerdas en Barbados, y se siente más cómodo en el coloquio en la Casa Amarilla.

-¿Le ve futuro al «coloquio en la Casa Amarilla»?

-No, porque no está incorporado el grueso de las organizaciones políticas.

-¿Se deben incorporar?

-Ellos pudieran ir, pero debes incluir los otros temas, y esa agenda que presentaron es incompleta.

-¿Qué camino nos queda?

-A lo mejor cuando tengamos el agua al cuello surgirá otro escenario de contacto y de negociación. Ahora el gobierno va a poner a volar este papagayo un tiempito. El coloquio de la Casa Amarilla tiene impacto porque el gobierno está allí, no porque estén los partidos minoritarios.

-¿Los califica de colaboracionistas?

-No. Yo no descalifico a nadie. Creo que es insuficiente, va a terminar siendo insuficiente ese esfuerzo. Es posible que haya modificaciones cosméticas, y algunas importantes, como la libertad de los presos políticos.

-¿Qué les plantearía que incorporen?

-Que incorporen las elecciones presidenciales.

-¿Para cuándo?

-Tan pronto como sea posible. Este es un país presidencialista. No digo que no haya que participar en las parlamentarias, sería un error no participar, pero sin elecciones presidenciales no habrá solución de fondo. Y si en esas elecciones termina ganando el gobierno, es que somos demasiado malos. Hemos terminado siendo muy predecibles, los dirigentes en general. Hay un nivel de estrategia en el gobierno que muchas veces se ha desestimado; al propio Maduro lo han subestimado. Yo no descalifico a nadie, ni subestimo a nadie.

-¿Hay un camino en la Constitución que nos ayude a salir de esto?

-Cuando llegó Chávez se cometió el error de subestimar al gobierno, y ahora se ha cometido el error de subestimar a la oposición y a la mayoría que ella encarna. Si no hay separación de poderes, si la Fuerza Armada está al servicio de una parcialidad política, si los miembros del CNE tuvieron vinculación partidista, si los magistrados del TSJ son subordinados del gobierno no se está cumpliendo la Constitución. En ese escenario la Constitución dice que los ciudadanos estamos obligados a restituir su vigencia, lo dice el artículo 333. ¿El gobierno dice que no incluye la transición? Pero tampoco dice revolución.

-¿Dónde está eso en la Constitución?

-La Constitución no previó que llegaríamos a estos niveles de anarquía e intolerancia.

-¿No hay camino constitucional para salir de esto?

-Hay que volver a la Constitución. A los magistrados exprés hay que sustituirlos con la AN, dejando que funcione la AN.

Pero, advierte, el camino de la reinstitucionalización va a ser percibido por el gobierno como una amenaza para su permanencia en el poder.

El constituyente de 1999 afirma que el gobierno debe “hacer un mea culpa” y reconocer los errores que ha cometido. E insiste en que esto no es un campo de batalla, porque “el conflicto debe dirimirse en el terreno de las ideas”. ¿Será escuchado?