Autoridades trabajan para disminuir las afectaciones a la fauna de la localidad
Al menos cinco tortugas marinas mutiladas y con el caparazón roto aparecieron en el canal de Joatinga, en la zona acomodada del barrio Barra da Tijuca, en la zona oeste de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, debido a las hélices de barcos o motos acuáticas.
El Instituto Núcleo Maré (Inmar) indicó que se «está siendo frecuente encontrar animales muertos o mutilados por hélices de barco o jet-ski que se trasladan a altas velocidades en el canal, lo que deja en peligro la vida de las personas y la fauna marina».
La última tortuga que encontró la ONG medía un metro de largo y presentaba un corte profundo en el cuello y el caparazón roto.
«Muy probablemente esto fue causado por una embarcación. Pedimos más supervisión y conciencia», solicitó Inmar.
Márcio dos Santos,, presidente de la entidad, comentó a diario brasileño O Globo que la zona se convierte en «un caos los fines de semana» al presentar «mucho tráfico y poca supervisión. En esta lucha por el espacio, los perdedores son los animales», insistió.
Una semana atrás, fue hallada otra tortuga con la mitad del cuerpo cercenado y las vísceras expuestas.
«La hélice giratoria es muy cortante. Por donde pasa, causa daños y no hay caparazón que pueda resistirlo. Esta tortuga era gigante, pero fue golpeada brutalmente», detalló Dos Santos.
Según G1, la Secretaría de Medio Ambiente y Clima explicó ser responsable de monitorear actividades nocivas o de pesca ilegal, pero el control de la velocidad de las embarcaciones es competencia de la Autoridad Portuaria.
«Continúanos monitoreando los resultados para tomar las acciones correspondientes», aseveró.