Aumentó 1,1 por ciento en comparación con el año anterior
Global Carbon Project emitió su informe anual en el que detalló que el total de CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse, alcanzará un nuevo récord en 2023, con 40.900 millones de toneladas, pese a las advertencias emitidas por los científicos.
El informe, denominado ‘Global Carbon Budget’, que aporta una visión global del ciclo del carbono, fue elaborado por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), la Universidad de East Anglia (UEA), el Centro para la Investigación Internacional del Clima (Noruega), la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich y otras 90 instituciones de todo el mundo.
Es la decimoctava edición de este informe con participación de más de 120 científicos, y será publicado en la revista Earth System Science Data, reseñó la agencia EFE.
De acuerdo con los datos publicados, se prevé que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de combustibles fósiles, la fuente causa del efecto invernadero global que genera la crisis climática, aumentaron un 1,1 por ciento respecto a 2022, con un nuevo récord, hasta situarse en 36.800 millones de toneladas al cierre de 2023.
Sumadas las emisiones de CO2 de origen fósil junto con las procedentes de los cambios de uso de la tierra, el total ascenderá a 40.900 millones de toneladas este año, según los pronósticos para finalizar el año.
El dato global es superior al de 2022, cuando se emitieron 40.600 millones de toneladas de CO2, y confirma la distancia que persiste con los objetivos climáticos globales para su cumplimiento, que habría de ser “urgente”, de acuerdo con el informe.
Aunque con gran incertidumbre, todo apunta a que, con el actual ritmo de emisiones, habría 50% de probabilidades que, en unos siete años, el calentamiento global superara de forma normalizada el umbral del 1,5°C por encima de los niveles térmicos de la era preindustrial.
Según las cifras, las emisiones fósiles de CO2 están disminuyendo en algunas regiones geográficas, incluidas Europa y Estados Unidos, pero en general están aumentando en el mundo.
Los científicos advierten que la acción global para reducir los combustibles fósiles no es lo suficientemente rápida como para evitar “el peligroso” cambio climático.