Francisco dedicó la reflexión antes del rezo del Ángelus a la trágica situación que se vive en Ucrania y «una herida terrible e inconcebible de la humanidad» con riesgo de agrandarse
El papa Francisco dirigió este domingo un mensaje extraordinario sobre la situación en Ucrania, pidiendo el fin de las armas y llamando a la paz. El Santo Padre indicó que el curso de la guerra “se ha vuelto tan grave que es motivo de gran preocupación”. Por eso le dedicó toda la reflexión antes del rezo del Ángelus, desde la ventana del Palacio Apostólico.
Francisco indicó que “esta herida terrible e inconcebible de la humanidad, en vez de cicatrizarse sigue sangrando cada vez más con el riesgo de agrandarse. Me afligen profundamente los ríos de sangre y lágrimas derramados en los últimos meses. Me duelen, las miles de víctimas, en especial niños y las numerosas destrucciones que han dejado a muchas personas y familias sin casa y amenazan con el frio y el hambre a los territorios. Ciertas acciones no pueden ser justificadas nunca. Es angustiante que el mundo esté aprendiendo la geografía de Ucrania a través del horror y la guerra y haya localidades que se han convertido en lugares de sufrimiento y terror indescriptibles».
El Santo Padre ha calificado de “absurdo” el hecho de que la humanidad se enfrente una vez más a la amenaza atómica. Además, se ha preguntado: “¿Qué más tiene que pasar? ¿Cuánta sangre debe correr aún para que entendamos que la guerra nunca es una solución sino solo una destrucción?”.
El pontífice hizo un llamado a la reflexión, afirmando que “en nombre de Dios y en nombre del sentido de humanidad que habita en cada corazón, renuevo mi llamamiento para que se llegue inmediatamente a un alto el fuego, que callen las armas y se busquen las condiciones para iniciar negociaciones para llegar a soluciones no impuestas por la fuerza sino consensuadas, justas y estables. Y serán tales si se fundan en el respeto del valor de la vida humana, así como de la soberanía e integridad territorial de cada país”.