En el ámbito de la sexualidad se incorporaron «no binario» y «disforia de género», para referir a la persona que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer
Este martes 29 de noviembre, La Real Academia Española, (RAE); agregó nuevos términos para ser incluídos en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), que hasta el momento se consideraron fuera de lugar o incorrectos.
«Machirulo», «perreo» y «crack» pasaron a ser parte del uso correcto de la lengua española. Además se incorporaron 4.381 novedades, entre nuevos términos, acepciones a palabras existentes, enmiendas a artículos y supresiones, junto a los sinónimos y antónimos de cada término en la versión electrónica.
«No hay otro diccionario con estas prestaciones», sostuvo Santiago Muñoz Machado, director de la RAE y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Muñoz Machado resaltó la acepción de voces como «crack» (en cursiva), para definir a la persona que destaca extraordinariamente en algo, y la enmienda a audímetro, que ahora también refiere al aparato que mide las horas concretas que se está conectado a una emisora de radio o televisión para determina el índice de audiencia.
En el ámbito de la sexualidad se incorporaron «no binario» y «disforia de género», para referir a la persona que no percibe su identidad de género en términos binarios de hombre o mujer y para definir a la angustia o malestar persistente en una persona por la falta de correspondencia entre su sexo biológico y su identidad de género, respectivamente.
«Machirulo» (o machirula) también se incluyó en este apartado, como forma despectiva y coloquial de definir a una persona, especialmente un hombre, que exhibe una actitud machista.
En el área de la música se incorporaron términos como «chundachunda», que refiere a la música fuerte, y perreo, para definir al baile que se realiza, generalmente a ritmo de reggaetón, con movimientos eróticos de cadera.
También se incluyeron novedades vinculadas a internet y redes sociales, como» pixelar», «banner» (en cursiva para los mensajes publicitarios en la web), «big data» (similar a macro datos) y «cookie», para definir a los pequeños archivos de texto enviados por un sitio web y almacenados en el navegador del usuario para capturar sus preferencias.
La acepción de «tóxico» como influencia nociva o perniciosa sobre alguien es otra de las inclusiones que destaca junto a «posturear», verbo de postureo, y «videoarbitraje» junto a su acrónimo «VAR» para referir al sistema de video empleado como ayuda al árbitro que permite volver a ver una jugada reciente.
Medioambiente incorpora términos como «biocapacidad», «descarbonizar», «corredor ecológico» y las formas complejas «huella de carbono», «huella ecológica» y «huella hídrica». En paralelo, política y ciencias sociales modificó algunas palabras, como «peronismo» o «estado de sitio», e incorporó «intervencionismo» y «neoconservador».
En gastronomía se incorporó «retrogusto» y «masa madre», mientras que el cine, radio y televisión recibieron la incorporación de «sonidista», «cortometrajista», «microfonista» y «oscarizar».
Elena Zamora, directora del Instituto de Lexicografía, explicó que las novedades están aprobadas por las 23 academias de la lengua del ámbito hispanoamericano y destacó la mencionada función que incluye los sinónimos y antónimos de cada término.
No es la primera vez que la RAE hace este tipo de trabajo. En 2020, por ejemplo, incorporó muchos términos relacionados con la pandemia por COVID-19, entre los que se encontraban coronavirus, COVID, desconfinar, desescalada o cuarentenear.
En medicina se recogieron antirretroviral, melatonina o vigorexia. Además, destacan también términos como fascistoide o parafascista, “que tiene semejanza con el fascismo”.
En el ámbito gastronómico, destacan algunos términos de la comida como faláfel, gastrobar o nacho.
Con información de RAE