El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB cree que debe existir una coordinación estrecha entre los esfuerzos por negociar y la presión internacional
Para el politólogo y director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG) de la UCAB, Benigno Alarcón, es muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo en la negociación que adelantan el Gobierno y la oposición porque en esa mesa, del lado del «régimen», se ve representada una sola parte.
En declaraciones a los medios, durante el foro Perspectivas Políticas, Económicas y Sociales para el segundo semestre de 2019, explicó que es importante que participen en esas conversaciones actores como la Fuerza Armada, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) porque son instituciones que ayudan a «mantener al régimen».
«El problema es que si tienes unos actores sentados y otros no, el que en un proceso de esta naturaleza no está sentado en la mesa de negociación corre el riesgo de que lo estén negociando (…) Alguien tiene que pagar los muertos, las violaciones de Derechos Humanos, los pecados», manifestó.
En este sentido, agregó que justo son esos actores que no participan los que pueden sentir que terminarán convirtiéndose en chivos expiatorios y, por ello, atenten contra el proceso.
«Tienen que estar en la mesa o tiene que haber otras mesas donde estén», reiteró.
Por otro lado, destacó la importancia de que haya una coordinación muy estrecha entre los esfuerzos por negociar y la presión internacional.
«Hay que mejorar los mecanismos de coordinación entre los Estados Unidos, el Grupo de Lima y la Unión Europea para que cada quien contribuya a construir una salida y nos nos alejen de ella», expresó Alarcón.
El politólogo considera que las sanciones y la presión contra la administración de Nicolás Maduro «son muy importantes» para que el proceso de negociación pueda ser exitoso.
Asimismo, afirmó que se está en un proceso que depende mucho de la movilización interna y que sin ella no se va a ningún lado.
«Lo que pueda suceder de aquí a final de año depende en muy buena medida de la capacidad que tenga la oposición de movilizar masivamente al país presionando por una salida», acotó.