El exprimer ministro de Trinidad y Tobago Keith Rowley negó este lunes haber firmado un acuerdo con Estados Unidos que permitiría a Washington utilizar ese país como base para atacar a naciones vecinas y remarcó que el Caribe debe seguir siendo una «zona de paz», en el marco del incremento de tensión entre el país norteamericano y Venezuela.
«Como persona que se sentó a dialogar con los estadounidenses durante todo mi mandato, puedo afirmar que no hay absolutamente nada en el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés) que permita a Trinidad y Tobago comprometerse a violar la Carta de las Naciones Unidas e intervenir militarmente en cualquiera de nuestros países vecinos o en cualquier otro lugar del mundo», declaró Rowley en una rueda de prensa.
El ministro de Asuntos Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers, confirmó el viernes que la Marina de Guerra de EEUU regresaría al territorio caribeño para realizar sus ejercicios militares con la Fuerza de Defensa Trinitense (TTDF, en inglés) en medio de las tensiones en la región.
En este sentido, Rowley hizo hincapié en que no hay «nada en ningún documento que conozca que impida al Gobierno soberano de Trinidad y Tobago decir sí o no a cualquier solicitud procedente de cualquier país si creemos que pone en peligro nuestra soberanía».
Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, dijo que para ganar la lucha contra el crimen organizado, el país debe «fortalecer y modernizar» su capacidad para combatirlo.
«Estos ejercicios conjuntos con Estados Unidos son un paso fundamental para mejorar la preparación, la capacidad de inteligencia y la fuerza operativa de la TTDF», remarcó la mandataria.
A su juicio, «nuestra asociación con Estados Unidos ya ha logrado un éxito significativo, y juntos seguiremos avanzando hasta ganar la guerra contra la delincuencia que ha asolado Trinidad y Tobago y amenaza la estabilidad de toda nuestra región».
El SOFA regula la presencia temporal y las actividades del personal militar estadounidense en Trinidad y Tobago.
El acuerdo se firmó por primera vez en 2007 y se ha actualizado en múltiples ocasiones, la última de ellas en diciembre de 2024.
La versión más reciente eliminó una fecha de vencimiento específica, lo que lo convierte en indefinido a menos que se renegocie.
Rowley afirmó que si en el futuro se produce un enfrentamiento entre Estados Unidos y Venezuela, y Trinidad y Tobago se ve involucrado en él, «será exclusivamente como resultado de las decisiones y acciones tomadas por el Gobierno de Trinidad y Tobago, bajo el liderazgo de Kamla Persad-Bissessar».






