Hay más de mil personas presas por razones políticas, de acuerdo con Foro Penal. Todas podrían optar por un cago de elección popular, destaca José Francisco Contreras, secretario general de Derecha Democrática
¿Javier Tarazona a la Gobernación del Táchira? ¿Juan Carlos Caguaripano a la Gobernación de Miranda? ¿Carlos Julio Rojas a la alcaldía de Caracas? ¿Roland Carreño a la Gobernación de Lara y Josnars Baduel a la de Aragua? Estos nombres tienen en común dos palabras: preso político. La organización Derecha Democrática se ha propuesto convertir a varios presos por razones políticas en candidatos para venideras elecciones, con la confianza de que -igual que ocurrió en el pasado- saldrán en libertad.
José Francisco Contreras, secretario general de Derecha Democrática, opina que el mejor camino es el de una amnistía general -mediante una ley o por decisión del jefe del Estado- para todos los políticos presos o presos políticos. «Es un tema de decisión y de voluntad» de quienes dirigen el país. Pero, si no es posible, pueden ser candidatas y candidatos para los próximos eventos electorales.
Otras voces se han alzado en la misma dirección. «He estado promoviendo la posibilidad de postular a un nutrido grupo de presos políticos como candidatos, sobre todo como diputados a la AN. Creo que es una forma de darles relevancia, y de exponer sus casos frente a la opinión pública», explica Manfredo González, dirigente de Caracas Plural. Esto, añade, «desmonta la narrativa sobre que los políticos deciden participar en esas elecciones para buscar ‘carguitos»‘.
González piensa que, si no se les permite participar y son inhabilitados, ellos «deben designar, como lo hizo en su momento María Corina Machado, a quienes apoyarían para asumir la candidatura».
Más de mil posibles candidatos
La decisión del sector liderado por María Corina Machado de no participar en las elecciones de 2025 hasta que no se resuelva lo sucedido el 28 de julio de 2024 deja a los presos sin una opción, señala Contreras: «Silencian a los presos políticos» que podrían ser candidatos. Otros sectores «pretenden convertir este proceso electoral en una elección común y corriente». En cambio, Derecha Democrática quiere poner sobre la mesa las opciones que tienen las personas hostigadas o encarceladas por razones políticas.
«Queremos llamar la atención y recordar que este problema existe en Venezuela. Abogamos por la libertad de todos», enfatiza. Aparte, es una forma de expresar la protesta de la población por la vía del voto.
Si hay más de mil cargos a elegir, y más de mil presos políticos, «todos podrían ser candidatos», afirma. Hasta el pasado 10 de marzo la organización de derechos humanos Foro Penal contabilizaba 1.014 presos políticos. En esta línea, dice Contreras, Williams Dávila podría optar por la Gobernación de Mérida, Enrique Marquez podría ser el abanderado por el estado Zulia y Américo de Gracia por el estado Bolívar. Hasta la fecha, hay varias tarjetas disponibles.
El recurso de proponer a los presos políticos como candidatos para que logren la libertad no es nuevo en Venezuela. En el pasado de la llamada Cuarta República las organizaciones de izquierda recurrieron a este mecanismo para sacar a sus dirigentes de la cárcel. En el presente se quiere conseguir el mismo efecto. «Esta es una estrategia que se ha utilizado jurídicamente. Si el candidato no tiene sentencia definitivamente firme, con una inhabilitación política, el preso perfectamente puede ser candidato a cualquiera de los cargos», alega Iris de Franca, dirigente independiente y coordinadora de Mujeres en Política.
Los obstáculos
La idea se ha tropezado contra varios obstáculos. «Los que están detenidos, están detenidos, y no puedes llamarlos ni hablar con ellos para consultarles», porque «aceptar o no aceptar es una decisión muy personal», recuerda Contreras. Ellos, además, tendrían que firmar un conjunto de documentos, lo que parece imposible si están incomunicados.
Tampoco han recibido respuesta positiva de familiares y partidos. «Y, aunque a la gente le gusta la propuesta, la implementación es difícil».
-¿Se la quieren plantear al gobierno?
-Nos gustaría.
-¿Cómo sería?
-A través de los canales políticos que existen. Los canales regulares.
-¿Qué garantía tienen de que sería respetado el resultado?
-La garantía es la derivada de la confianza en el CNE. No podemos dar garantías absolutas, pero queremos decirles a los venezolanos que vayamos a votar.
Que los presos políticos sean candidatos pasa, también, por una negociación para que las autoridades reconozcan los resultados y los liberen una vez que sean candidatos. «Me preocupa que el gobierno permita la incorporación de estas personas después, porque no hay claridad en los procesos judiciales, no sabemos de qué se les acusa», precisa De Franca.
Si el gobierno decide inhabilitar a decenas de ellos «y les prohíbe su candidatura, pues que pague el precio político de hacerlo», puntualiza González. Lo cierto es que detrás de las rejas hay más de mil personas que esperan la oportunidad de volver a la libertad.