El Día de la Resistencia Indígena, conmemora la lucha ancestral de nuestras comunidades originarias, etnias nativas, por no ser conquistadas y dominadas por las coronas europeas.
En nuestra historia primero celebramos el otrora “Día de la Raza”, decretado día de fiesta nacional en el año 1921 por el general Juan Vicente Gómez. A principios del mismo siglo XX, se decretó del “Día del Descubrimiento de América”, a nivel internacional, todo este recorrido historiográfico generó un largo debate sobre el término de “Intercambio de Civilizaciones”, y después surgió el concepto de “Resistencia Indígena”, decreto 2.028 presentado en el año 2002 por el Gobierno de Hugo Chávez.
Ahora en pleno siglo XXI, se retoma el debate de estos términos y surge la propuesta de denominar el 12 de octubre como el día del “Invasión Española”.
Debate parlamentario
La diputada a la Asamblea Nacional (AN), Nicia Maldonado, en torno al debate sobre la definición conceptual del 12 de octubre propuso ante el parlamento «cambiar las fechas nacionales para que el 12 de octubre se conmemore el Día de la Invasión Española y el 8 de diciembre pase a llamarse el Día de la Resistencia Indígena”.
Maldonado criticó que la monarquía de España celebre el 12 de octubre como el «Día de la Hispanidad», y señaló que todo esto es producto «del proceso de conquista y dominación que significó doblegar a las culturas originarias. Todo esto para hacer posible el saqueo de las diversas riquezas minerales que representaba el dominio del nuevo territorio. Ahora para la cultura latinoamericana, esta fecha de representa el genocidio más grande que haya conocido la humanidad”.
“Qué puede sentir un pueblo al que le fueron exterminados sus abuelos, sus caciques. 90 millones de seres humanos y los que siguen todavía, entonces este es un tema de reconocimiento y la victimización de los pueblos indígenas”, aseguró.
El historiador e investigador, Francisco Gatell con relación al concepto de resistencia indígena afirmó que «si el concepto de resistencia indígena se trata de la defensa de los territorios de la cultura y de las costumbres -valga la redundancia indígena del occidentalismo- es válido. Yo creo que hay un montón de cosas que hablar en torno a este término. Lo primero es que el concepto surge a partir del término ‘descubrimiento’ y después de la conquista y al final de la colonización a partir del 12 de octubre de 1492, pero yo creo además que tenemos más de 500 años esperando unas disculpas después todas las barbaries que se generaron después de la llegada de los conquistadores a este continente, sobre todo con todo lo que pasó en los territorios indígenas venezolanos en el marco del saqueo de las riquezas naturales».
Asimismo, para finalizar agregó que «el concepto de resistencia indígena ahora en el siglo XXI adquiere otra dimensión, que no pasa por los conceptos tradicionales, porque en la actualidad quienes debiesen defender, desde el punto de vista físico, real y pragmático a los indígenas, no lo están haciendo. Es fundamental defender las culturas ancestrales de nuestras comunidades originarias, por el respeto a nuestro gentilicio compartido como comunidad latinoamericana».
Otros argumentos
El investigador e historiador, Gradielys Urbano, asintió que “el término de resistencia indígena, es una categoría netamente de orden geopolítica, donde observamos de forma crítica las dimensiones de orden social, cultural, económicas y geográficas».
«Es un concepto que se ha manejado desde hace muchísimo tiempo ya que aproximadamente de más de 32 años, desde 1992, cuándo se estableció la celebración de los 500 años de la Hispanidad llamada así en España, ese concepto se mantiene en discusión porque solo representa una visión eurocéntrica de la historia. Solo refleja una lectura privilegiada de la historia, que intensa excusar los delitos cometidos por los imperios europeos en contra de las comunidades originarias en nombre de las monarquías».
El investigador aseguró que “desde hace 32 años el término de resistencia indígena tiene un sentido de crítica en defensa de los símbolos de nacionalismo originario. Entonces yo creo que el término resistencia se impone frente a los demás (descubrimiento, contacto, intercambio o invasión) porque tiene una lógica humana, un sentido humano y una sensibilidad que los otros términos no representan en el orden de las ciencias sociales”.
Distención académica
La historiadora Carmen Bohórquez, sobre el debate de orden antropológico en torno al 12 de octubre argumentó que “esa fecha lo que conmemora es el genocidio y saqueo de nuestras riquezas originarias. Es una lectura particular sobre la defensa del concepto eurocéntrico de hispanidad”.
“El término de resistencia indígena es una larga aspiración y demanda de los grupos aborígenes en todo el territorio latinoamericano, por el hecho defender nuestras tradiciones históricas originarias”, narró Bohórquez.
En este sentido agregó que “la lectura imperial española sigue sosteniendo el término de Día de la Hispanidad, todo esto debido a su propia lectura imperial del proceso histórico”.
Asimismo, denunció que “el denominado Día de la Resistencia Indígena, alerta sobre lo que significa la invasión de nuestras tierras, que además causaron el genocidio de mayor impacto social y cultura en la historia de la humanidad. En nuestro presente no podemos calcular en términos cuantitativo cuantos indígenas fueron exterminados en nombre del imperio español”.
“Ahora estamos en la obligación de denunciar el etnocidio con la llegada del imperio español en tiempos de la colonia. Esos conquistadores en nombre del imperio español destruyeron, zaquearon, y de devastaron nuestras culturas ancestrales”, alertó.
Para finalizar argumentó que “es sustancial que la resistencia es casi un término pasivo, resisto a cualquier fuerza exterior que venga a martirizar nuestras culturas. No solamente resistir puede significar sobrevivir a tanta destrucción, es sobre todo mantener y defender los aportes culturales de nuestras etnias originarias”.
Lectura parlamentaria
El diputado ante la Asamblea Nacional (AN), Bruno Gallo, desde una lectura de orden político relató que “el tema de la denominada resistencia indígena es interesantísimo de conversar, pero en estas condiciones en que vive el país se ha convertido en un pensamiento absolutamente maniqueo».
Alerta que el debate de este tema «se ha vuelto absolutamente panfletario y por otro pretende negar la existencia de arbitrariedad y excesos contra nuestras comunidades originarias y nuestras tradiciones históricas”.
“Con este evento, de alguna manera, se amalgaman algunas civilizaciones y que dieron como origen el término de hispanidad, pero lo que realmente paso fue el dominio y la conquista, a través del uso de la fuerza de nuestras etnias ancestrales. El genocidio más brutal de la historia de la humanidad”, denunció.
Desde su punto de vista agregó que “España con este hito histórico (12 de octubre de 1492), manifestó toda su intolerancia ancestral contra la cultural de los pueblos de origen indígena”.
“Sobre el tema del denominado Día de la Raza, existe múltiples mitos porque obviamente los españoles tenían una tecnología y una visión del mundo muy particular, que les permitió con cierta facilidad imponerse a través del uso de fuerza y llevar adelante la conquista del territorio”, argumentó.
Agrega que en este contexto «la investigación histórica seria, documentada, debe eliminar el prejuicio que genera el maniqueísmo sobre este tema. Tratar de colocar de lado la visión demagógica que puede generar este debate sobre la base de discurso de lo político”.
No obstante, advierte que “es absolutamente fundamental para el uso del equilibrio científico, quitarle los entusiasmos del lado y lado y dejar de ver una realidad parcializada del análisis histórico. El rigor científico de la consulta de fuentes y la interpretación imparcial es necesario rescatarlos en medio de este debate de orden histórico”.
“Rescatamos el uso ponderado del equilibrio científico, sin el exceso del maniqueísmo que vive el mundo de hoy. La Venezuela de hoy está absolutamente dividida en tirios y troyanos, y debates históricos de esta naturaleza también son permeados por la intensa polarización política de experimenta el país”, argumentó el historiador y parlamentario.
Para concluir reiteró que “en este territorio se impuso una civilización sobre la otra y sin duda, hubo un genocidio de orden descomunal, un aniquilamiento de una manera diferente de conseguir la vida civilizada”.
Supremacía de los términos
“Con este debate también se evidencia la supremacía de los términos a través de la imposición de una sola lectura del evento de orden cultural. La visión eurocéntrica de la historia solo justifica los delitos propiciados por los conquistadores en nombre de las coronas europea”, acotó el historiador y catedrático de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH), Edgar Soriano.
“Hoy en pleno siglo XXI, estamos en la obligación de construir una dinámica civilizatoria que critique la visión europea de la historia. Estamos en la obligación de presentar una visión descolonizadora representada de la historia real de nuestros orígenes”, subrayó.
Sin embargo, el investigador destacó “hoy vivimos en sociedades mestizas, en unas sociedades de orígenes indígenas y por tanto hay una defensa de la resistencia indígena. Ahora se plantea la defensa de los derechos de nuestros pueblos nativos como propósito fundamental a debatir”.
Para concluir agregó que “la autodeterminación de nuestras naciones, es el norte a debatir en torno al término de la resistencia indígena”.
En contra de los panfletos
El historiador, geógrafo y abogado, Hernán Manuel Matute, disiente sobre el “uso panfletario del término resistencia indígena, cuando tiene una connotación demagógica. No entiendo cuando desean cambiar el nombre de las calles con un solo interés de orden discursivo panfletario”.
“Entonces hoy vivimos en unas sociedades mestizas, en sociedades de origen indígenas y por tanto hay una defensa a la denominada resistencia indígena, por esta razón se plantea la defensa de nuestros pueblos nativos”, finalizó.
Por su lado la docente universitaria e historiadora, María Walls Ramírez, analizó que “hoy la resistencia indígena está presente en la cotidianidad del debate académico. Nuestras comunidades indígenas, sobre todo al sur del país, están sufriendo las consecuencias de la destrucción del medio ambiente, y esto no se denuncia. Las comunidades más afectadas por el cambio climático son nuestras etnias originarias”.
“Esa realidad que tiene que ver con el arco minero en el sur de nuestro país ha traído desplazamiento de muchos grupos a otras zonas de la nación”, alertó la docente del Departamento de Geografía e Historia del IPC.
Agregó que desde su punto de vista “ahora más que nunca debemos pensar en la calidad de vida de nuestras etnias indígenas. Es lamentable recordar que estamos en presencia de la violación a sus derechos humanos”.
“Está nuevamente siendo diezmada nuestras etnias originarias, como una vez lo hizo España”, reiteró la investigadora.
Empresa de apropiación cultural
El presidente del Centro Nacional de Historia (CNEH), Omar Hurtado Rayugsen, argumentó que “el 12 de octubre de 1492 para América empezó la más espantosa empresa de apropiación de un territorio que no le pertenecía a la vieja Europa. Con esa fecha se inauguró el más violento episodio de genocidio contra los habitantes originarios que produjo un estimado de 90 millones de aborígenes fallecidos, sin contar con los millones de africanos que fueron capturados, prácticamente cazados como animales salvajes, para luego ser vendidos como mercancía, en el sistema esclavista que se instauró en todo el continente”.
“España expolió desde este continente más de 185.000 kilos de oro y más de 17 millones de kilos de plata”, alertó.
No obstante, agregó que “el 12 de octubre no es ninguna fecha para celebrarlo, lo que tenemos es que lamentar que Europa, en su caso España, se haya tropezado con un territorio que ya estaba poblado desde el hemisferio norte hasta el hemisferio sur y que prácticamente se inició una empresa de conquista y colonización”.
“En tiempos recientes se pretende reivindicar estos delitos históricos. Estos conquistadores ahora se están señalando como héroes y santos”, denunció.
Para concluir agregó “nosotros denunciamos al movimiento de la extrema derecha española auspiciado por el ultra catolicismo europeo que pretende ahora imponer su particular lectura de la historia. Exigimos indemnizar a las comunidades indígenas afectadas de forma ancestral. Es hora de que la monarquía de España se haga responsable de sus delitos históricos”.
