Propone que les devuelvan la Casa del Profesor, negociar la presencialidad, mejorar el ingreso de los docentes y que las autoridades interinas se midan en elecciones
El gremio de profesoras y profesores de la Universidad Simón Bolívar (USB) se renovará, y posiblemente ocurra antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Scarleth Mujica, profesora de formación general y ciencias básicas, puso su nombre sobre la mesa, y lo hizo con plena conciencia del quiebre que vive esta casa de estudios.
Scarleth Mujica es la representante de Unión por la Democracia Universitaria, plancha integrada, también, por Omar Pérez Avendaño, Elvin Barreto, Neil Jesús Martínez y Jose Luis González.
«La situación de la Universidad Simón Bolívar no escapa de la realidad de todas las universidades del país. Pero se marca especialmente por la distancia entre las sedes y los centros urbanos», explica Mujica en conversación con contrapunto.com. La sede en Caracas está localizada en Sartenejas; la de La Guaira, en la zona de Camurí Grande. «Lo que ha vuelto más compleja la situación de la universidad es la falta de transporte, tanto para la sede de Sartenejas como para la sede del litoral».
Al menos 10 unidades cubrían las distintas rutas entre Camurí Grande y distintas zonas guaireñas. Hoy, apunta la candidata de los sectores que adversan al oficialismo, apenas queda una. No es mejor la situación en Caracas.
«Aún con autoridades impuestas, que representan los intereses del oficialismo y del partido de gobierno, estas autoridades no han podido resolver esa situación. En el caso de Vargas, tienen la gobernación, tienen la alcaldía, mantienen vínculos políticos, y han sido incapaces de conseguir solventar el transporte», critica.
Las autoridades «presionan para la presencialidad», pero eso «se hace imposible, y mucho más, con el salario de los profesores, que no les permite cubrir su alimentación básica y la de su familia, y menos, sacar de su bolsillo para cubrir el costo de los pasajes». Los estudiantes, juzga, «también están en una situación difícil, porque la mayoría tiene que trabajar para la propia sobrevivencia y ya no tienen nada de lo que nosotros disfrutamos: el comedor no es gratuito, no hay transporte».
No se sabe cuál es el presupuesto de la USB, ni el destino de los ingresos propios que se generen por conciertos y otras actividades. «A nosotros no nos llega ni una tiza, lo más básico; ni un marcador», condena.
Lo que sí se conoce es el monto de los salarios: una profesora que recibe 121 bolívares quincenales, por ejemplo. «Eso es una cosa que da indignación, que da pena». Los niveles más altos en el escalafón llegan a 500 bolívares. Lo demás, son bonos. «No hay un incentivo para que la gente ascienda, investigue». En la universidad «hay un malestar general, que va de mal en peor», y parece que no importara si profesoras y profesores se marchan. «Esto tiene que ver con el desmantelamiento de las universidades, porque la universidad, con esta política económica, no tiene un rol importante».
Una de las expresiones de ese malestar es el éxodo profesoral. «El déficit de la USB debe estar en más de 200 profesores. En la sede del litoral ha disminuido en más de 50%. En mi departamento había 105 profesores y hoy somos 47. Es la misma realidad en todos los departamentos. Y en los que están el ánimo es querer seguir, mantenerse anclados en la esperanza de lo que pueda pasar el 28 de julio», expone.
Mujica, como candidata, propone el rescate del gremio. «Las últimas elecciones se hicieron hace seis años. Luego vino la pandemia, a la asociación se le quitaron todos los recursos, que son descuentos que se hacen en la nómina y que desde 2022 no llegan a las cuentas de la asociación», denuncia. «La asociación de profesores no ha tenido ni siquiera para pagarle al personal», unas cinco personas. «Tampoco hay personal de limpieza para que atienda esos espacios».
Su bandera es que el gremio pueda ser la contraparte de las autoridades interinas, que «tienen más de dos años» en los cargos. «Tenemos una representación profesoral ante el consejo directivo, pero son dos ante una mayoría que a todo lo que digan las autoridades responde amén. Por ejemplo, se habla de la presencialidad sin tomar en cuenta que no hay transporte, no hay salario, se va la luz, no hay agua, se va el internet. Esas cosas no se discuten en estos espacios».
-¿Cómo quieren rescatar el gremio?
-Nosotros queremos rescatar una voz disidente que exija lo que tenga que exigir de cara a las necesidades de los profesores, porque han tenido la suerte de que nadie se les pare al frente a decirles «esta es la situación, vamos a negociar». La realidad es la realidad, así quieras darle un matiz distinto, o quieras cegarte y decir que no existe. La realidad es la realidad, y eso hay que discutirlo.
-¿Quieren una voz disidente ante las autoridades?
-Y ante el gobierno nacional también, porque nosotros nos relacionamos con otras universidades en función de hacer un bloque que procure rescatar las cosas que son necesarias.
-¿Cuál sería el planteamiento que haría a las autoridades interinas?
-La devolución de la Casa del Profesor. Nosotros marcamos un punto de honor, porque una casa del profesor que nos pertenece desde 1976, y que su último comodato fue del año 80, y siempre la ha mantenido la asociación, recientemente el rector interino decidió quitarla. No le basta con que tengamos salarios de hambre. Quien no reconozca la labor que están haciendo los profesores, y que los denigra… Ni siquiera nos devuelven incentivos, sino que también nos arrebatan la Casa del Profesor.
-¿Qué más propone?
-Que negociemos la presencialidad.
-¿Qué plantearía?
-Algo mixto, y que se hagan esquemas en función de garantizar los servicios. Nosotros también queremos ver a estas autoridades relacionadas con su partido de gobierno, exigiendo. No hemos visto ni un papel dirigido al ministerio, no hemos visto una reunión con la inspectoría del trabajo. No hemos visto ninguna muestra de que nuestra situación les interese mínimamente. Ellos representan al patrono, y tampoco dan muestras de que les interese.
Mujica insiste en que se deben entregar otras compensaciones, y que si continúa el mismo esquema de gobierno, que se compense con bonos «el gasto que hace el profesor de su bolsillo para atender la docencia, la investigación y la extensión».
Defiende que, también, se realicen elecciones de autoridades: «Hasta ahora, evaden el tema, y allí se van quedando».
