El retorno de las sanciones a la industria petrolera y gasífera no tomaría al Gobierno venezolano por sorpresa, considerando su experiencia previa con el marco restrictivo. En todo caso, Venezuela «se ha valido de hacer malabarismo y acrobacias, frente a las sanciones», aseguró el economista Rafael Quiroz
Los rumores de que las autoridades estadounidenses podrían no renovar la flexibilización de las sanciones a la industria petrolera y gasífera de Venezuela, se mantienen sonando cada vez con más fuerza, ante el «incumplimiento» de los acuerdos de Barbados por parte del gobierno venezolano. Sin embargo, no han dejado de evaluar alternativas para modificar los parámetros de las restricciones. Cualesquiera que sean las estrategias a implementar, lo cierto es que el Ejecutivo venezolano debe empezar a evaluar opciones para seguir generando ingresos a partir de la venta de crudo, incluso si lo hace con descuentos.
Aún resta un día antes de que se cumpla el plazo para el vencimiento de la Licencia General nº 44, que autorizó por un período de 6 meses todas las transacciones antes prohibidas con la estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) y sus filiales. No obstante, un portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano indicó a principios de esta semana que ante la falta de avances en la implementación de las disposiciones firmadas el pasado 17 de octubre, «EEUU no renovará la licencia cuando expire el 18 de abril de 2024».
¿Sin acceso a dólares?
Sin embargo, según un reporte de The Washington Post, el Departamento del Tesoro estadounidense ha estado considerando la posibilidad de seguir permitiendo que Venezuela venda petróleo a sus clientes internacionales, pero privando a la industria de recibir pagos en dólares estadounidenses.
Una opción que, de acuerdo con declaraciones de personas familiarizadas con las deliberaciones, se perfila como la «más probable» a ejecutar y que parece absurda a los ojos del economista especializado en hidrocarburos, Rafael Quiroz Serrano: «No entiendo cómo van a permitir que el país venda petróleo y como contraparte no reciba los dólares del precio del barril».
Precisó que la unidad monetaria de comercialización del petróleo, mundialmente hablando, está establecida en dólares, y todos los contratos que acuerda Venezuela los hace con la divisa estadounidense. «Esa amenaza o esa opción, por llamarla de alguna forma, no la entiendo para nada», sumó.
Aclaró en entrevista para Contrapunto que Venezuela nunca ha dejado de vender petróleo, ni siquiera con un panorama restrictivo de sanciones, aunque sí ha tenido dificultades en sus ventas.
Recurrir a precios preferenciales, o con descuentos para que el cliente pueda comprar el petróleo, ha sido una de las alternativas que ha tomado Pdvsa. Esta medida funge como una especie de «compensación» al comprador por el riesgo que toma al momento de establecer relaciones comerciales con Venezuela, al ser un país sancionado.
Ante este posible escenario, el economista y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Metropolitana (Unimet), Luis Oliveros, indicó que esto impactaría directamente el flujo de caja de Venezuela en divisas: «Al Venezuela no tener mejora en su flujo de caja en divisas, vamos a ver cómo desde el Gobierno, muy posiblemente -y tal vez le afecte a Chevron-, no vamos a ver una venta tan fuerte de divisas en el mercado cambiario. Eso puede generar, sin lugar a dudas, presiones al tema inflacionario».
Volver a los mercados asiáticos
En declaraciones para Contrapunto, Oliveros indicó que en caso de que se retome el esquema sancionatorio de hace 6 meses, con el que Venezuela operó desde 2019, el país deberá recurrir nuevamente a los mercados de Asia, significando esto la venta de crudo con un costo mayor, pero a un menor precio: «Eso implica una pérdida de ingresos para Venezuela».
«Tal vez el efecto más importante de la flexibilización de las sanciones no fue solamente que las empresas pudieran venir a producir otra vez a Venezuela, sino que Venezuela pueda comercializar su crudo hacia Estados Unidos o en cualquier otro mercado. Que ellos quieran volver al esquema donde se tienen limitaciones para comercializar el petróleo es tal vez lo más delicado. Lo más fuerte de las sanciones es tener que volver a ese esquema, implica vender en mercados complicados, en mercados con mucha competencia, donde vas a tener que vender con descuentos muy fuertes y con una opacidad muy grande», añadió.
Un terreno conocido: ¿Libre de temores?
A pesar de ello, este es un escenario que no tomaría al Gobierno venezolano por sorpresa, considerando su experiencia previa con el marco sancionatorio. En todo caso, Venezuela «se ha valido de hacer malabarismo y acrobacias, varias por cierto, frente a las sanciones», aseguró Quiroz.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también ha intentado mostrar una imagen de temple ante la situación, asegurando que su gobierno no teme al restablecimiento de las sanciones, y que el curso de la economía venezolana no se detendría de cara a un panorama restrictivo: «Nosotros vamos a seguir adelante con licencias, sin licencias. No somos colonia gringa», aseveró este lunes.
No obstante, informó que durante la media mañana del mismo día representantes de Venezuela y Estados Unidos entablaron una videoconferencia, donde participaron el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez.
En contraparte, la vicepresidenta Ejecutiva del país, Delcy Rodríguez, indicó durante una transmisión televisada la noche del martes, que «el bloqueo debe levantarse ya definitivamente contra Venezuela», alegando que es un derecho de la Nación: «No estamos pidiendo limosnas, es un derecho del pueblo venezolano que esas medidas de chantaje, de extorsión contra nuestro pueblo cesen el daño que le causan a nuestra economía».
