A propósito del objetivo de la unión de países BRICS, que contemplan una eventual eliminación de la dependencia del dólar estadounidense a nivel mundial, el especialista recordó que la propuesta también responde a conflictos políticos, «y con las potenciales rivalidades que existen, en términos comerciales y militares»
El economista Luis Piña considera que instalar un proceso de desdolarización a nivel mundial «podría ser bastante complicado en el tiempo», considerando la fortaleza de la moneda estadounidense, que actualmente representa casi el 60% de las reservas de divisas en el mundo.
Las declaraciones fueron realizadas a propósito de la filosofía del bloque de los BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que entre sus objetivos sostiene la posibilidad de eliminar la dependencia del dólar estadounidense a nivel mundial.
«Seguir pensando en desdolarizar la economía mundial, digamos que sigue siendo, ahora mismo, solo una gran propuesta de los países que no están alineados a los Estados Unidos en términos políticos, geopolíticos y, evidentemente, en términos militares y comerciales», precisó.
El especialista explicó que más allá de cualquier beneficio, el movimiento promovido por el grupo económico podría permitir «la posibilidad de hacer transacciones de comercio internacional en otra moneda«.
No obstante, los proyectos de los países BRICS, Piña afirma que el contexto en el que se manejan continúa siendo parte de un modelo económico mundial cuya reserva principal de valor es el dólar, moneda con la que muchos países transan y tienen un comercio internacional de suma importancia.
«De hecho, si ves las estadísticas de comercio internacional son netamente visualizadas en dólares. A pesar de eso, dentro de los BRICS, en los últimos dos años se estima que el comercio ha estado en 28% fuera del dólar, es decir, han tratado de ir disminuyendo la dependencia que tienen en términos de comercio internacional de los dólares, pero sigue teniendo una importancia relativa bastante grande dentro de la comercialización», expuso.
Sin embargo, apuntó que aproximadamente el 30% de las transacciones dentro de este bloque se realizan en dólares, a pesar de «que son los que están básicamente promoviendo el tema de la desdolarización».
Luis Piña indicó que mientras más países se sumen a este movimiento, y dependiendo del tamaño de las economías que se integren, podría lograrse una disminución de la dependencia del dólar dentro del comercio internacional. Sin embargo, considera que el proceso no será suficiente, para alcanzar la desdolarización de la economía global.
Casi 60% de las divisas son dólares
Para ilustrar el contexto económico mundial, el analista comentó que las reservas mundiales de divisas, el 58,4% está compuesta por el dólar estadounidense: «Es decir, casi el 60% de las reservas de divisas mundiales están en dólares».
A la moneda de Estados Unidos le sigue el Euro (20,6%), el Yen japonés (5,5%) y la Libra Esterlina, moneda del Reino Unido, con 4,8%. Mientras que, «si hablamos del Renminbi o Yuan chino, es solamente el 2,7%», sumó.
«Entonces, hablar de un proceso de desdolarización, más allá de parecer ser una utopía o de estar buscando sencillamente que la hegemonía de Estados Unidos deje de ser lo que ha venido siendo, pareciera ser bastante complicado en el tiempo (…) Al final, las economías pequeñas, economías domésticas como la nuestra, o como las del resto del continente, inclusive economías europeas que están en euros, la moneda marcadora es el dólar», expresó.
Rivalidades políticas y comerciales
«Ciertamente hay un tema que tiene que ver mucho con la política, y con las potenciales rivalidades que existen, en términos comerciales y en términos militares, entre China y Estados Unidos, y entre Rusia y Estados Unidos», aclaró el economista.
Explicó que China y Rusia, siendo los miembros con mayor peso dentro del grupo BRICS, representan de forma conjunta entre el 25% y 26% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, mientras que Estados Unidos «representa más o menos lo mismo».
Plazos para el cambio
Aunque se mantuvo conservador ante la previsión de un período para que se comiencen a evidenciar los cambios dentro del sistema económico mundial, frente el papel de los BRICS, estima que se requiere entre un mediano y largo plazo, «tomando en cuenta que el largo plazo pudiera estar alrededor de unos 15 y 20 años».
Enfatizó que se trata de una tarea compleja, considerando que aunque el euro ya ha superado varios años desde que inició su circulación, «ahora mismo solo representa el 21%, evidentemente, le ha quitado terreno (al dólar) en el tema de reservas mundiales de divisas, pero no de comercio».
Sin embargo, aclaró que todo depende de las relaciones políticas y geopolíticas que tengan estos países que están invitando a la desdolarización: «Hoy están de acuerdo en eso y están alineados. Sin embargo, pudieran llegar a confrontaciones geopolíticas donde esta idea de bloque definitivamente pudiera verse fracturada, por diferencias que existan en términos de modelos políticos o económicos; porque quien está promoviendo esto, en un principio, es China (que es la segunda economía del mundo), apoyada por Rusia, cuyo contexto ya conocemos».
Venezuela en los BRICS
Piña estima que un eventual ingreso de Venezuela al bloque BRICS+ representaría beneficios para el país en términos de comercio internacional, además de convertirlo en un atractivo en materia de inversiones extranjeras.
«Porque también estamos observando el tema del Banco de Desarrollo de los BRICS, que tiene unos temas interesantísimos, como fomentar proyectos que tienen que ver con infraestructura y desarrollo de los países, entonces definitivamente pudiera -de formar parte Venezuela de este grupo- beneficiarse de ciertas cosas».
Pero su ingreso al bloque también dependerá del desempeño económico que tenga Venezuela y el interés que pueda despertar como país a los BRICS.
Moneda BRICS
Ante la propuesta del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de crear una moneda común independiente del dólar, que sea utilizada por los miembros del grupo en transacciones internacionales, el economista explicó que en ese caso el proceso no sería únicamente de desdolarización, sino que implicaría crear una moneda única con la que se puedan hacer este tipo de transacciones.
Detalló que se trataría de un proceso similar al de la Zona Euro, que corresponde a una unión transfronteriza y monetaria: «El tema está en que la polarización que existe en los países BRICS no les permite moverse como un bloque, como se mueven los países de la Unión Europea, entonces hay muchas consideraciones que hacer, mucho que leer y mucho que estudiar para poder llegar a ciertas conclusiones».
Sin embargo, de llegarse a concretar la figura de la moneda única, el economista sostuvo que sería necesario evaluar los términos de intercambio y qué tan rápido sería su posicionamiento en materia de comercio internacional.
