Además de no contar con salarios adecuados, el líder sindical precisó que en 2023 los trabajadores petroleros no han recibido las dotaciones de seguridad necesarias para desempeñar su rol dentro de la industria energética
El secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo, Gas, Similares y sus Derivados de Venezuela (FUTPV), José Bodas, informó que pese a los contantes llamados que se han hecho a los organismos pertinentes con respecto a la recuperación de la industria y la calidad del ambiente de trabajo del personal petrolero, continúan sin ser escuchados.
Indicó que desde el año 2010 se han dirigido tanto al Ejecutivo Nacional, como al Ministerio de Trabajo, donde en reiteradas oportunidades se ha denunciado el estado de la industria, que requiere mantenimiento e inversión para garantizar los altos niveles de calidad en la producción que requiere el país
No obstante, ante la falta de respuestas por parte de los organismos correspondientes, la situación se profundizó, señaló.
«El deterioro de la industria petrolera ha sido acelerado. Ya estaba comprometida (…) y entre el 2018 y 2019, con la imposición de las sanciones de Europa y el gobierno de Estados Unidos, indudablemente se agravó esta realidad ya existente», aseguró.
Situación de las refinerías
Detalló que con una capacidad instalada de 190 mil barriles diarios de petróleo (b/d), la refinería de Puerto La Cruz se encuentra procesando un promedio de 80 mil b/d.
«El problema que tenemos es que no hay una continuidad operacional, por el estado en el que se encuentran los equipos», algunos paralizados por la falta de repuestos y otros por causa de las fallas en el suministro de energía eléctrica.
En esta línea de ideas, explicó que la refinería de Puerto La Cruz cuenta con una producción aproximada de 18 mil barriles de gasolina por día.
«Fue diseñada para surtir de gasolina a los estados Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta (Margarita), Delta Amacuro, Bolívar y la zona oriental de Guárico. El problema que tenemos es que el Ejecutivo tiene la política de privilegiar a la Gran Caracas o el Eje Norte-Costero, por lo que la producción se torna insuficiente para cubrir la demanda», indicó.
En cuanto a la Refinería El Palito, ubicada en el estado Carabobo, recordó que cuenta con una capacidad instalada de 130 mil b/d. Sin embargo, actualmente genera una producción de 80 mil b/d: «Ahora, como es un crudo de Barinas, mucho más liviano que el de Oriente, tenemos una capacidad de entre 16 y 17 mil b/d de combustible», sumó.
Por su parte, el complejo de refinación Paraguaná, conformado por la planta Cardón, Amuay y Bajo Grande, tiene una capacidad instalada de refinación de 950 mil b/d de petróleo, que en su mejor momento -dentro del ámbito de la crisis-, trabajó al 20% de su capacidad instalada. «Hoy en día se encuentra paralizada», precisó.
Detalló que la refinería Paraguaná cuenta con un sistema de enfriamiento a través del agua proveniente del mar. «De ahí parte el problema. Las bombas que succionan estas aguas tienen problemas graves, no arrancan, no funcionan», por lo que se requiere inversión.
Trabajadores desatendidos
Indicó que los trabajadores del sector han denunciado ante los comités de higiene y de seguridad -establecidos en la Ley Orgánica de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Lopcymat)-, que muchas veces «por el afán de la producción» se desconocen normativas de seguridad de la compañía, lo establecido en la Lopcymat, así como en la Ley Orgánica del Trabajo y en la Convención Colectiva, «que tiene 19 meses vencida. No hay respuesta para los trabajadores», lamentó.
José Bodas manifestó que en reiteradas oportunidades se ha denunciado que muchos de los incendios registrados en la industria surgen por causa de la caída de rayos, situación que podría solventarse con la instalación de pararrayos.
Asimismo, se han presentado informes a propósito de los derrames de crudo sobre el Lago de Maracaibo y en el oriente del país, que «muchas veces han dañado la producción agrícola, ha tenido impacto sobre ríos (…) situaciones que hemos denunciado, pero no se nos dan respuestas».
La problemática también ha sido visibilizada por los miembros del sector petrolero «y hemos planteado las soluciones, o sea, hemos hecho el diagnóstico. El problema es que no se nos escucha», denunció, al tiempo que mencionó que han reportado las irregularidades ante organismos como el Ministerio del Trabajo y la estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa).
En este sentido, explicó que las autoridades han reconocido que las empresas mixtas, tanto nacionales como internacionales, toman la decisión de desconocer los derechos de los trabajadores y la situación de las refinerías: «Pero dicen que para actuar tienen que recibir órdenes de arriba (…) no sé qué quieren decir», apuntó.
A juicio del sindicalista, para recuperar las refinerías se debe recurrir a la inversión. No obstante, afirma que en ocasiones «no hay crudos para refinar», considerando los compromisos comerciales adquiridos por el gobierno venezolano con compañías extranjeras, a las que se les efectúan pagos con petróleo o combustibles.
Bajo este orden de ideas, asegura que el país se «sacrifica en función del mercado internacional», debido a los compromisos adquiridos.
Exentos de impuestos
Indicó que los miembros del sector han mostrado su preocupación con respecto a la gestión de Chevron en Venezuela, considerando que la compañía norteamericana está extrayendo petróleo de los suelos venezolanos sin efectuar el pago de impuestos correspondiente.
«Nosotros vemos cómo a los trabajadores se les sube de 12% a 16% o 17% del IVA (Impuesto al Valor Agregado), y resulta que la Chevron no paga impuestos en Venezuela, ni tampoco paga las regalías», indicó.
A juicio del líder sindical, el pago de estos impuestos beneficiaría a los miembros de la sociedad venezolana, ya que dichos ingresos deberían destinarse a inversiones en materia de salud, así como a la educación y la mejora de los ingresos salariales de los trabajadores, establecido en 130 bolívares desde hace más de un año.
Sin recursos ni beneficios
El secretario general de la FUTPV denunció que los trabajadores petroleros venezolanos son los únicos de este sector económico en el mundo que cuentan un salario promedio de 20 dólares mensuales, cuando a nivel internacional -según comentó- un técnico devenga una remuneración promedio de entre 3.000 y 3.500 dólares estadounidenses.
Asimismo, estima fundamental retomar la discusión de la Convención Colectiva, que ha estado detenida durante 19 meses. Explicó que actualmente los trabajadores del sector no cuentan con beneficios como préstamos para compra de vivienda, ni el de Sicoprosa -un sistema corporativo de salud destinado a los trabajadores de Pdvsa-.
Explicó, que pese a ser descontado de su salario el monto correspondiente al plan médico, los trabajadores petroleros no reciben la atención correspondiente a sus dolencias y malestares, debido a que existe «una gran deuda con el sistema privado».
«Los únicos que tienen Sicoprosa son los miembros de la junta directiva de Petróleos de Venezuela y su familia, así como los gerentes corporativos», añadió.
Además de ello, precisó que la compañía tampoco ha cumplido con las dotaciones necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores petroleros en el área de trabajo. Indicó que en 2023 no se han entregado las asignaciones de guantes, mascarillas, protección auditiva y productos para el aseo del personal, utilizados una vez culminada la jornada de trabajo. Estos recursos, comentó, deberían entregarse cada tres meses, como media mínima.
Bodas concluyó que, además de las carencias evidentes de la industria, en materia de inversión y mantenimiento, «es imposible recuperar la industria y nuestras refinerías sin salarios dignos para nuestros trabajadores».
