El representante de la administración Maduro indicó que Venezuela apoya la visión del Alto Comisionado sobre el compromiso y el diálogo constructivo como vías para contribuir a garantizar que el discurso en torno a los derechos humanos no sea manipulado con fines políticos
El embajador Héctor Constant Rosales, representante permanente del gobierno de Maduro ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sede Ginebra, Suiza, respondió a las declaraciones del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, durante la presentación de su informe al Consejo de Derechos Humanos.
Constant recordó a Türk que durante su visita a Caracas en enero constató la realidad de los derechos humanos en el país sin filtro mediático, por lo cual lamenta que se vea obligado a hablar sobre Venezuela bajo la presión de una resolución que instrumentaliza al Consejo de Derechos Humanos con intereses geopolíticos, de acuerdo con una nota de la Cancillería.
“Mientras los patrocinadores de la iniciativa quieren entorpecer el diálogo y la cooperación entre el gobierno venezolano y la Oficina del Alto Comisionado, nosotros respondemos con la renovación por dos años de la Carta de Entendimiento que regula nuestra común relación, brindando a nuestros detractores una nueva lección de ética y de compromiso con los derechos humanos”, señaló el representante.
En su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos, Constant reiteró que no es posible hablar de los derechos humanos en Venezuela sin tomar en cuenta el impacto de las 927 sanciones en la vida diaria de los venezolanos.
El funcionario señaló que Venezuela ha continuado fortaleciendo la cooperación con la Oficina del Alto Comisionado, mediante mecanismos de diálogo establecidos con las instituciones del Estado, los cuales “confiamos sean garantía para evitar acusaciones, inapropiados juicios de valor e inaceptables aseveraciones por parte del Sistema de Derechos Humanos que no han sido debidamente comprobadas con las autoridades, y que se traducen en un desequilibrio penoso del discurso del Alto Comisionado”.