En respuesta a las críticas sobre los contínuos bombardeos a infraestructuras civiles, de suministro eléctrico o de agua en pueblos y ciudades, Rusia asegura que están más que justificados porque Estados Unidos y la OTAN suministran armas a Kiev y entrenan a los soldados ucranianos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, justificó los bombardeos: «Desactivamos las instalaciones energéticas [en Ucrania] que les permiten a ustedes, a Occidente, alimentar a Ucrania con armas mortales para matar a los rusos; así que no me digan que Estados Unidos y la OTAN no están involucrados en esta guerra. Ustedes están directamente involucrados no sólo suministrando armas, sino también entrenando al personal militar».
Este miércoles, la OTAN se comprometió a seguir enviando armas de última generación a Ucrania, incluidos sistemas avanzados de defensa aérea. La entrega de material militar por parte de Occidente ha ayudado a cambiar el rumbo de la guerra en los últimos meses.
Rusia ha atacado cada vez más el suministro de electricidad y agua, tras la reconquista ucraniana de la ciudad de Jersón el mes pasado.
Los ataques rusos en territorio ucraniano, que han tenido como objetivo barriadas residenciales y han provocado las muertes de numerosos civiles, han sido ampliamente condenados por la comunidad internacional.