Se espera que los venezolanos sean transportados al centro de detención de migrantes en el helipuerto de Chaguaramas
Los abogados que representan a un grupo de 26 niños y adultos migrantes venezolanos han logrado impedir que las autoridades del estado de Trinidad y Tobago los repatríen una segunda vez.
Este es el resultado de una audiencia de emergencia que terminó a última hora de este miércoles y en la que la jueza del Tribunal Supremo, Avason Quinlan-Williams otorgó una orden judicial para detener una segunda deportación en espera del resultado de una demanda sustantiva.
El grupo, entre los que se encuentra un bebé de 4 meses, había sido expulsado por mar por las autoridades trinitenses el domingo pasado, horas antes del inicio de un juicio en el que iban a pedir su estancia en la isla.
Luego de estropearse el motor de la barca y estar dos días sin saber de su paradero, la Justicia de Trinidad y Tobago ordenó su regreso al país.
Quinlan-Williams también ordenó que el grupo entre en cuarentena obligatoria, durante 14 días antes de ser puestos en libertad.
Se espera que los venezolanos sean transportados al centro de detención de migrantes en el helipuerto de Chaguaramas -noroeste de Trinidad- este jueves ,para cumplir su cuarentena y que luego sean puestos en libertad.
En una vísta de la noche de este miércoles, el equipo legal de los migrantes alegó que, las acciones de los funcionarios del Estado al deportarlos el domingo, violaban sus derechos constitucionales a la libertad, la protección ante la ley y el derecho a la privacidad y la vida familiar que están garantizados a cualquier persona dentro del país, incluidos los ilegales.
También alegaron que la acción violó varios tratados internacionales y la Política Nacional de Atención de Refugiados y Asilo, que fue creada en 2014 y no fue abolida.
El grupo ha sido sometido a las pruebas de la covid-19, resultando todos negativo.
El caso volverá a ser visto a última hora del venidero viernes por la Justicia de Trinidad y Tobago.
El primer ministro trinitense, Keith Rowley, criticó este miércoles a la comunidad internacional por la controversia generada dado que la Organización de Estados Americanos (OEA), «bajo su equivocado (secretario general) presidente (Luis) Almagro ha sido casi el único responsable de desencadenar y alimentar la situación venezolana actual».
Opinó además, en una declaración pública, que se le ha declarado la guerra a Trinidad y Tobago por tener la «temeridad de no haberse unido a Elliot Abrams (enviado especial de EEUU para Venezuela) y al presidente (de EE.UU., Donald) Trump, para forzar un cambio violento del régimen en Venezuela».
«Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, usando personas sin nombre y sin rostro armadas con niños inocentes para tratar de obligarnos a aceptar» el estatus de ‘refugiado'», agregó.
Además se preguntó cómo se puede esperar que «una pequeña nación insular de 1,3 millones de personas mantenga las fronteras abiertas con un vecino» de «34 millones de personas, incluso durante una pandemia».