El gobierno de Nicolás Maduro anunció este domingo que desde esta semana de octubre comenzará en Venezuela una amplia reapertura del comercio y de otras actividades económicas
“Yo me paro aquí afuera del metro a vender guantes a un dólar. Siempre hay alguien que no lo dejan entrar por no tenerlo”, dijo en Chacaito, José Ramiréz
El gobierno de Nicolás Maduro anunció este domingo que desde esta semana de octubre comenzará en Venezuela una amplia reapertura del comercio y de otras actividades económicas que incluye a los clubes y playas, sitios que oficialmente están cerrados desde mediados de marzo.
Desde centros comerciales, joyerías, casas de empeño, licoreras, restaurantes y cafeterías. Pero la pregunta que dio la idea para está nota es: ¿Cómo está el comercio informal que estuvo meses vendiendo bajo la cuerda?
En Chacaito estaban los vendedores de zapatos y ropa, que durante la pandemia han logrado vender mercancía, pero con el constante temor de que la policía cierre su establecimiento, al punto que preferían tener la mercancía en un auto y llevar al cliente a su vehículo para ver la mercancía.
Ahora con la nueva flexibilización de la administración de Maduro pueden “como antes de la pandemia”, en la calle sin tipo de problema y con libertad.
“Yo un día puedo llegar a vender hasta diez pares de zapatos, y puedo hacer más de 30$ en una mañana como van las cosas”, aseguró Jefferson Altuve.
En ese sentido, afirmó que nunca han dejado de vender, y que las ventas han sido buenas.
Más arriba, en la estación del Metro de Caracas estaba José Ramírez, que vende guantes negros y de tela a un dólar el par. “Yo me paro aquí afuera del metro a vender guantes a un dólar. Siempre hay alguien que no lo dejan entrar por no tenerlos”, dijo.
Mientras todo el Sabana Grande y Chacaito regresaba a su “relativa normalidad”, con las tiendas abiertas libremente, gente con tapabocas y otros no, los vendedores de franelas y medias ofrecían su mercancía mientras se desplazaban por la atería peatonal.
“Pueden llevar dos pares de medias y una franela por 7 dólares, es una oferta buena”, decían cuando alguien se les quedaba viendo.
Por otro lado, en el Casco Histórico del municipio Baruta, en una esquina y narrando las noticias estaba el señor Eugenio, como se presentó a Contrapunto. Para las 11 de la mañana todavía le quedaban los rotativos que todavía se publican en Venezuela.
“Hay gente que si compra para leerlos, pero estoy seguro que muchos lo compran para los perros”, aseguró.
Más abajo estaban un grupo de motorizados, “que hablaron claro”, y expresaron: Antes hacía en una mañana hasta siete dólares, ahora con suerte hacemos dos o tres.