La Federación de Fútbol del Estado de Río de Janeiro anunció el reinicio del Campeonato Carioca el próximo jueves con el partido Flamengo-Bangú, pese a la resistencia de dos de los grandes clubes brasileños, Fluminense y Botafogo, que amenazan con acudir ante la Justicia para impedir la retomada
El reinicio del torneo que enfrenta a los clubes más importantes del estado brasileño de Río de Janeiro, al que solo le faltan dos jornadas, semifinales y finales, fue decidido en una reunión virtual de cerca de 8 horas que tuvieron los dirigentes de la federación y de los equipos, y que concluyó en la madrugada de este martes.
Presionada principalmente por pequeños clubes que enfrentan problemas financieros por la paralización de actividades por la pandemia del COVID-19, la federación defiende el reinicio del fútbol lo antes posible.
Por eso, con apoyo mayoritario, autorizó un calendario que prevé un primer partido el jueves entrante entre Flamengo y Bangú; otro el viernes (Portuguesa-Boavista) y dos más el domingo (Vasco da Gama-Macaé y Madureira-Resende).
Fluminense y Botafogo, los que impidieron el consenso, solamente retornarían el próximo lunes, cuando tendrían que enfrentarse respectivamente a Volta Redonda y Cabofriense.
La federación aclaró que los partidos serán disputados en estadios sin público y con todas las medidas de seguridad impuestas por las autoridades para evitar la propagación del COVID-19.
Pero el reinicio del Campeonato Carioca, aunque sea en estadios sin público, está previsto en momentos en que Brasil, el segundo país con más muertes (44.148) y casos (891.896) de COVID-19 en el mundo, aún está en la fase ascendente de la curva de contagios y, según los especialistas, a algunas semanas del pico.
Igualmente, en momentos en que Río de Janeiro se confirma como el segundo estado más afectado por la pandemia en Brasil, después de Sao Paulo, con 7.728 muertes y 80.946 contagios.
La mayoría de los estados y municipios de Brasil ha iniciado procesos de desescalada de las medidas de distanciamiento social que adoptaron en marzo para frenar el avance de la pandemia, pero presionadas por una crisis económica que ha provocado el cierre de miles de empresas y el despido de millones de trabajadores.
Fluminense y Botafogo esgrimen estos argumentos para oponerse al reinicio del fútbol, pero principalmente alegan que, a diferencia de clubes como Flamengo y Vasco da Gama, que retomaron sus entrenamientos hace dos semanas pese a las prohibiciones de la alcaldía, sus jugadores aún no están listos para volver.
Los dos clubes, por lo mismo, consideran que lo mejor es reiniciar el Campeonato Carioca en la primera semana de julio.
Sin embargo, el calendario propuesto por la federación aún depende de la aprobación de las autoridades municipales y regionales, así como de una nueva reunión prevista para la noche de este martes y en que serán discutidas las objeciones de Fluminense y Botafogo.
«Todos los presentes debatieron democráticamente y la mayoría aprobó la propuesta de reinicio del Campeonato Carioca tras el aval oficial del Gobierno. En caso de que las autoridades aprueben el calendario el día 17, el torneo será reiniciado el día siguiente», informó la federación en un comunicado.
El calendario propuesto por la federación coincide con el inicio de la segunda fase de desescalada anunciada por la alcaldía de Río de Janeiro hace dos semanas y que prevé el inicio de competiciones deportivas en la segunda quincena de junio, por lo que los dirigentes consideran que las autoridades no vetarán su proyecto.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, tiene programada para este miércoles una reunión en la que se definirán las directrices municipales para el reinicio del Campeonato Carioca.
No obstante, la retomada depende también de que Fluminense y Botafogo no sigan adelante con sus planes de llevar el caso a los tribunales y de que un juez termine dándoles la razón.
«Seguimos considerando precipitado el retorno del fútbol porque entendemos que no es el mejor momento. La pandemia persiste. La mayoría de los clubes quiere volver y por eso cedemos, pero desde que el Fluminense tenga tiempo suficiente para prepararse y la alcaldía autorice la retomada», afirmó el presidente del club tricolor, Mario Bittencourt.
«Nos oponemos. La preparación física, tras un largo período sin contacto con el balón, necesita de un trabajo y de un tiempo adecuados. Le pedí a los abogados del club que estudien medidas para defender nuestros intereses en caso de que la fecha de nuestro retorno sea confirmada», dijo por su parte el presidente del Botafogo, Nelson Mufarrej.
