«Todo el comercio será fiscalizado por la tasa de cambio oficial», anunció la ministra Eneida Laya. Tomar el dólar como referencia puede evitar que los productos desaparezcan, pero no garantiza que el usuario pueda adquirirlos ni resuelve el problema de fondo de la hiperinflación, advierte el analista José Gregorio Yépez
Ya es vox populi que el operativo contra la especulación del ejecutivo de Nicolás Maduro, toma el dólar como referencia.
La ministra de Comercio Nacional, Eneida Laya, informó que a través del Plan Nacional Contra la Especulación, se exhorta a los comerciantes a usar de referencia la tasa cambiaria oficial, publicada en el portal del Banco Central de Venezuela (BCV).
El tipo de cambio publicado por el BCV, es el promedio ponderado resultante de las operaciones diarias de las mesas de cambio activas de las instituciones bancarias participantes, enfatiza el Ministerio de Comercio Nacional.
“Nuestros servidores públicos de la Sundde se encuentran fiscalizando los establecimientos comerciales para verificar que los precios que tienen (a la venta) están en consonancia con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV); si ellos cumplen con esa referencia y los precios son los correctos, no hay ningún problema”, declaró Laya, según nota de prensa del Ministerio. «Todo el comercio será fiscalizado por la tasa de cambio oficial».
El acuerdo del gobierno con los empresarios buscó atar los precios a una moneda dura que no sufriera fluctuaciones, a fin de poder tener un referente estable, explica José Gregorio Yépez, periodista y analista.
La brecha entre el dólar oficial del BCV y el dólar paralelo, este miércoles 29 de abril, es de 6.159 bolívares. Esta es una diferencia de 3,5%, detalla Yépez.
En estos términos se podría garantizar el sostenimiento de las estructuras de costos de las empresas, lo que debería traducirse en abastecimiento, estima. Pero advierte que aun cuando el consumidor tendrá certidumbre, se encontrará con precios que probablemente no están al alcance de su bolsillo. «Esta medida no nos saca de la hiperinflación, no resuelve el problema de fondo».