El economista sostiene que los aumentos de salarios «no son necesariamente inflacionarios» si se acompañan de medidas que ayuden a reactivar la economía
Llevar a 25 dólares el salario mínimo es una propuesta que no suena desafinada al oído del economista Daniel Lahoud, quien señala que es necesario elevar la capacidad de compra de los trabajadores, y así, lograr la reactivación de la economía venezolana.
Sin embargo, alerta que la medida del aumento del salario no es suficiente y el país necesita de un plan consistente para poder recuperar la economía.
Además de saber de números Lahoud es músico y fanático del jazz: toca saxo y es seguidor de la escuela liberal de la economía.
Llega puntual a su cita con Contrapunto, y después de un agradable intercambio de ideas sobre la actualidad, comenzamos la entrevista.
-¿Cómo se sale de crisis económica venezolana?
-Es complejo. Se necesita una estrategia múltiple, pero uno de los pasos fundamentales es suprimir el Control de Cambio.
-Pero… ¿no está suprimido de facto con el mecanismo de las mesas de cambio?
-No está levantado porque no hay una oferta inmediata. No hay acceso a los dólares que se quieren. No hay disponibilidad inmediata.
-Pero hay un mercado de divisas muy activo.
-Soy partidario de hacer un juego de moneda dual, donde se permita la circulación de bolívares y dólares.
-Pero eso sucede de hecho.
-Hay que regularizarlo y dejar que sin restricciones circulen las dos al mismo tiempo y determinen precios en bolívares y dólares. Eso le daría estabilidad a la economía y mayor transparencia. Luego podríamos evaluar si nos quedamos con el sistema dual o asumimos el dólar, o volvemos al bolívar u otra denominación.
-Usted habla de un plan estratégico para sanar la economía. En qué consiste su propuesta.
-Debe haber un plan de entrega de pozos petroleros a las empresas privadas para mejorar la producción y el funcionamiento en general de la industria petrolera.
-¿Privatizar Pdvsa?
No necesariamente.
-¿Otra apertura petrolera?
-Se pueden entregar pozos a las empresas transnacionales como concesiones en un esquema de apertura más atrevida que la realizada anteriormente. Pero no es solo el petróleo, debemos abrir la economía y existen sectores que en los que la inversión extranjera estaría dispuesta a entrar sin problemas
-¿Por ejemplo?
-El sector cemento. Venezuela siempre ha tenido la capacidad de producir a costos bajísimos. Fuimos exportadores de Clinker que es la base del cemento. Teníamos un mercado cautivo en Estados Unidos, que por vía de los costos nos hacía competitivos.
-Esas son dos actividades de capital intensivo. No generan empleos para salir del problema de la capacidad de compra de los trabajadores.
-Por eso tenemos ir a una fase de estímulo de pequeñas y medianas empresas.
-¿Créditos para la producción?
-No por ahí no es la cosa. El tema no es dar créditos que no se paguen y que terminan cayendo en saco roto. La idea es generar leyes sensatas y que se cumplan para que la gente invierta. Bajar la presión fiscal y quitar esa serie de impuestos como Inpsasel, Locti, que además de incómodos y engorrosos de pagar desestimulan la inversión. Esto abriría fuentes de trabajos que generarían una mayor producción y mayor contribución fiscal, pero desde la producción no desde la confiscación de la actividad de los empresarios. De esta manera se genera una dinámica virtuosa en donde se genera capacidad de demanda, de producción y distribución de bienes. Hay que abrir la economía, los controles han sido el gran defecto de la economía venezolana.
-El Gobierno dice que es una manera de velar porque haya una mejor distribución del ingreso.
-Eso lo ha dicho todos. Los controles no son exclusividad de los últimos 20 años. Desde el Gobierno de Medina Angarita podemos hablar de controles.
-Usted me dice que la era chavista es igual a la llamada cuarta república, incluso antes.
-No hemos salido de los controles del Gobierno. Cuando Medina hubo una Ley parecida a la de Precios Justos de hoy que determina que la máxima ganancia es de 30%. En los años cuarenta la rentabilidad permitida era de 10%. Ni antes ni ahora se cumplió.h
-En medio de un escenario de recesión… cómo lograr que los trabajadores sobrevivan a la inflación. ¿Cuánto debe ajustarse el sueldo?
-El salario mínimo más alto que tuvimos en Venezuela fue 1982. Eran 900 bolívares equivalentes a 209 dólares. Eso no cabe en un plan de ajuste. Sería una locura aspirar a eso no cabe un plan de ajuste.
-¿Cuanto debería ser el salario mínimo?
-Yo estimo que no debería estar por debajo de 25 dólares.
-¿Eso no es hiperinflacionario?
-No necesariamente. Con eso se crea una capacidad de demanda de la población que puede reactivar la economía. Con dinero en la mano la gente demanda bienes y servicios y eso ayuda a que las empresas produzcan.
-Hay organizaciones sindicales que piden 400 dólares para el sector público
-Eso sí sería inflacionario porque no existe en la economía una producción de bienes que aguante la demanda que generaría ese ingreso. Eso sería el doble del salario mínimo más alto de nuestra historia. Sería exageradamente imposible
-¿Un aumento del salario a 25 dólares no estrangularía a las empresas?
-Alguna empresas no podrán pagarlo, pero luego de que pase el primer impacto, la economía podría recuperarse, siempre que se haga con un plan integral que abra la economía. No se puede avanzar con medidas aisladas.
-Un aumento de esta envergadura dejaría sin empleo a una buena parte de los trabajadores.
-Ese es un precio que hay que pagar, pero a la vuelta de un tiempo, eso se revierte.
-¿Cuanto tiempo?
-Seis meses o un año.